Siempre consideré que 2009 comenzó el 10 de enero. Porque inicié dicho año sin concluir un asunto pendiente que arrastré durante los primeros nueve días del mes de enero y no fue sino hasta entonces que los lastres que cargué en 2008 encontraron su resolución. A partir del día siguiente comenzó una nueva etapa para mí. De ahí que considere que hasta el siguiente día iniciara 2009.
En este orden de ideas, el segundo día del nuevo año, el domingo 11, efectué con algunos amigos un viaje a Valle de Bravo que realmente marcó la renovación que en mí se daría: empecé la jornada francamente devastado y volví a mi casa con una sonrisa en el rostro, la sonrisa más sincera que había mostrado en mucho tiempo.
Aquél no fue el primero ni el último viaje emprendido a Valle; aunque mis amigos hicieron un par de visitas más al lugar, no pude incorporarme debido a compromisos escolares u otros impedimentos, sin embargo, las excursiones a esta localidad en el oeste (ya que andamos encariñados con la canción Go West de los PSB) del Estado de México siempre han sido importantes para nosotros más allá del mero viaje de placer debido a las labores que ahí llevamos a cabo.
En el municipio habita una comunidad de indios mazahua, la etnia más numerosa del Estado de México y zonas aledañas. Como es de suponerse, los individuos de este colectivo se hayan sumidos en una situación de pobreza permanente. Por esta razón, mi amigo Ricardo Bragado ha emprendido una campaña de apoyo a estas personas como parte de una serie de proyectos de labor social en los cuales, dicho sea de paso, yo formo parte.
La entrega se hizo, sin mayores contratiempos, a un costado del mercado de artesanías del pueblo.
En general, siempre he pensado que los primeros días de cada año son un poco flojos y es hasta que comienza febrero que doy por empezado el año. El hecho de que la primera acción importante que llevo a cabo en 2010 haya sido ayer es quizá la mejor forma de demostrar mi punto, simbólicamente, apenas dio inicio. Además, que esto sucediera en el lugar donde di por iniciado el año previo es una manera por demás simbólica de cerrar el ciclo y de ese modo, el año, de manera efectiva.
Más allá de eso, hubo un detalle extra que hizo que todo cuajara y se consolidara la metáfora que estoy utilizando: en mi visita de enero de 2009:
Si bien la atracción principal de Valle de Bravo es la laguna ubicada junto al pueblo, existe además un par de cascadas de acceso al público a pocos minutos de dicha zona a las cuales acudimos por primera vez el 11 de enero del año pasado.
Todo lo contrario sucedió con la segunda cascada. La Cascada Velo de Novia, lo suficientemente reconocida como para ser publicitada como otra de las atracciones turísticas de Valle de Bravo, se ubica en un bosque y su apariencia es más tradicional.
La primera ocasión que estuvimos allí, hace un año, los demás se quedaron a la mitad del camino; yo en cambio, me resbalé en la primera piedra y casi caigo al agua, que corría con la velocidad suficiente para arrastrar a una persona río abajo, o al menos así lo percibí. Eso fue motivo suficiente para acobardarme pensando: “Ni madres, me acabo de salvar de un atropellamiento, no salí ileso para que en dos meses me muera ahogado en un río” y lo dejé por la paz. Realmente exageré como una bebita, y probablemente siempre estuve conciente de ello, así que tomé la decisión de que algún día llegaría hasta el final.
Y finalmente, ayer lo conseguimos.
Fue difícil, fue cansado y como es obvio, terminamos empapados. Pero valió la pena. Sentir el agua fría cayendo sobre tu espalda se sentía y salpicándote las piedras se siente como un chingadazo. Pero fue un chingadazo plenamente satisfactorio. La sensación no tiene madre y mirar hacia arriba estando allí es simplemente hermoso.
Así, terminé enero de 2010 cumpliendo un pequeño reto que me impuse en enero de 2009. Listo, el objetivo se cumplió y el círculo se cerró… justo un año después. Ahora sí terminó 2009 y entra de lleno el 2010. Hora de iniciar un nuevo ciclo con nuevos retos. Y como mañana inicia el nuevo semestre en la UNAM, allí estaré para comenzar mi titulación. ¡Avancemos, chingá!
En cuanto a nuestra campaña de beneficencia, espero podamos llevar a cabo la próxima colecta lo más rápido posible para entregar las cosas con prontitud; alguien por ahí sugirió además organizar una recaudación de juguetes para el día del niño, moción que yo secundo. Quien sea que nos desee apoyar, o mejor aun, sumarse a la causa (por cierto, advierto: no deducimos impuestos, no somos Televisa, así que si te quieres unir que sea por convicción propia), lo agradeceremos infinitamente; además como acabo de demostrar, aunque no damos comprobantes fiscales, participar en estas acciones siempre será divertido. No hay nada mejor que hacer las cosas bien y disfrutar el momento. He dicho.
4 comentarios:
Lo de la canción de Fragma es porque sólo traíamos un CD en la camioneta por lo que terminamos escuchando la misma música una y otra vez, y de todas las cancionees que traía el disco es la única que me gusta, de modo que esa rola es oficialmente el sountrack oficial de nuestro viaje XD (debimos haberla escuchado por lo menos unas 10 veces en el transcurso del día :O)
Admito que llegué a mi casa a las 11 de la noche cansado, mojado y con frío, pero... ¿que sí valió la pena? ¡AWEBO! ¡Por supuesto que lo valió!
Que bueno que hagas tu lado altruista, y tu grqanito de arena....pero no volverás hacerlos si vuleves a llamarme por mi primer nombre!!!!! te mataré y alimentaré perros con tus restos ¬¬#
Si yo contara el paso de los años como lo haces tú, seguiría en 1998.
Magnífico inicio de año, no te parece?
XD
y...bueno.... la rola está chida.
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