viernes, 9 de octubre de 2009

MV1K: La actriz que rompió mi corazón

En toda mi vida sólamente dos películas me han hecho llorar: Heartbreakers y Up.

En el caso de la primera, se trata de una típica comedia romántica. Lo que la hace tan especial es que es protagonizada por mi novia Jennifer Love Hewitt, y trata básicamente de una pareja de estafadoras, madre e hija: la madre, Max (Sigourney Weaver) enamora a un millonario, se casa con él y en plena luna de miel aparece Paige (la hija, interpretada por JLH) para seducir al esposo. La madre "casualmente" aparece durante la escena, descubre a su marido y demanda el divorcio, quedándose con la mitad (o al menos con una buena parte) de la fortuna del (des)afortunado (ex-)marido. Rutina que han llevado a cabo por un par de años, haciéndose ellas mismas de una jugosa cuenta bancaria.

En una de ésas, Paige se rebela y quiere ser ella la seductora original en el que será el último "trabajito" de estas mujeres, antes de retirarse, dividir las ganancias y disfrutarlas. La muchacha prueba suerte con un chaval de quien obviamente se enamora y todo sale mal pero al final el conflicto se resuelve y todos son felices como en cualquier película convencional. Sin embargo cuando Paige se casa con el sujeto, está segura que él no será como los esposos de su madre: cree que él se resistirá a los encantos de la guapa señora y le pide a su pareja que le prometa fidelidad, lo cual hace, pero eventualmente el chico sale a dar un paseo y no vuelve. Paige teme lo peor y se recuesta en su lecho matrimonial, donde un amargo llanto la invade en el silencio de su espera.

Todo esto con "Oh My Love" de John Lennon de fondo. La más hermosa canción que este señor jamás escribió (me encanta "Woman", pero afrontémoslo, está excesivamente sobrevalorada). Puta madre, ver a Jennifer Love Hewitt, el ser humano más hermoso del planeta, implorando amor y llorando al son de esa canción hizo que el título de la película, "Rompecorazones" adquiriera para mí un significado completamente distinto al que la película originalmente pretende. Literalmente sentí mi corazón hacerse cachitos; todavía recuerdo cómo al terminar esa escena caminé a la cocina de mi casa donde lloré a escondidas de mi familia, que seguía disfrutando del filme. Y hasta ahora, nadie lo sabía.

Si John Lennon hubiera estado vivo entonces, dudo que haya autorizado que usaran su canción en una producción cinematográfica de ese corte; pero qué diablos, él está muerto y Yoko es quien maneja el trabajo sucio ahora. Gracias Yoko, esta entrada va a tu salud y a la de tu fallecido marido que hoy hubiera cumplido 69 (¡el número mágico!) otoños y quien me diera tan tierna canción. Felicidades, y gracias.


(Adelántenle al minuto 6:50 si no quieren ver la escena completa)

Y gracias también a Ricardo Bragado, quien me regaló la película y me permitió verla por primera vez (ya que jamás salió en cines en nuestro país) hace tantos años.

4 comentarios:

Charro Negro dijo...

The Dream is over, my friend!
yo como soy bien macho, lloro cuando pierde mi gallo en el box pero recuerda que la bebida es una buena amiga y es mentira eso del alcoholismo, solamente hay que saludar al trago de tequila!!!!

The retro girl dijo...

como dijiste, un "homenaje" muy peculiar...

Felices 69 a John, donde quiera que esté!!!

G. dijo...

Nos e nada de esa vieja de JLH pero solos e que lennon y más yoko se hacen cada vez más ricos cuando usan sus canciones en pelis así.

JOHN !!!!!!!!!!!!!!!!! T^T

Jaime (el porta!) dijo...

Jajajaja me vas a odiar toooda la vida, pero la Jenifer Love Hewit me cae en la punta de...