viernes, 31 de julio de 2009

MV1K*: Esa silueta en la ventana

Comúnmente uno se siente atraído por canciones cuya letra refleje la situación en que se encuentra, o que expresen una postura similar a la ideología del escucha; de esa manera el individuo se siente identificado con la canción y es así como su gusto personal hace destacar la pieza de entre el resto de las que le gustan "sólo porque sí".

Bajo esta lógica, al decir que Love Sick de Bob Dylan (sí, otra vez él) es una de las canciones principales de mi soundtrack del último año se podría entender que me identifico con la rola, que estoy enfermo y harto del amor. Sí y no. Porque aunque mi fortuna en el amor es inexistente, de entrada nunca le he dado preferencia a dicho aspecto de mi vida como para decir que mi "mala suerte" me tiene frustrado; tengo cosas más importantes de que preocuparme. Sí me siento de algún modo identificado con la canción, pero no precisamente por el mensaje principal de ella, más bien por un pasaje contenido en una estrofa y nada más.

Soy Bomb y la chica de Tlalpan
Hacia finales del tercer cuatrimestre de 2008, encontré en yutub un video de la entrega número norrecuerdocuál de los Grammys (el caso es que es de 1998) en la que Dylan interpretó esa canción. Durante la actuación, un sujeto (Michael Portnoy, un medianamente conocido performer que se encontraba entre un grupo de extras para adornar el escenario durante la aparición de Bob) se coló al escenario y se puso a bailar como idiota, sin camisa, con un letrero en el pecho que decía "Soy bomb" (¿bomba de soya? ¿un mal intento de spanglish? Jamás lo sabré); obviamente el tipo fue arrastrado fuera del lugar en menos de un minuto, ante el atónito rostro de Bob (priceless!) y su bajista, Tony Garnier, cagado de risa (priceless x2!!), y todo transmitido en vivo. La hilarante visión se me quedó pegada como chicle en el cerebro y pasé los siguientes meses tarareando la canción por aquí y por allá.

Por esas mismas fechas (es decir, cuando vi el video en octubre, no cuando pasaron los Grammys en el '98), conocí a una mujer con la que hubo posibilidades de romance. Después de un par de meses de dramas telenoveleros, parecía que las cosas por fin cuajarían. Sólo faltaba que yo me armara de huevos y me aventara para consumar nuestro amor.

Sin tener nada previsto aún, alguna mañana del mes de enero un desafortunado y triste acontecimiento me puso en el sur de la Calzada de Tlalpan, a unos veinte minutos de su escuela, y esa misma tarde necesitaba presentarme a mi Facultad (yo estaba de vacaciones todavía). Necesitaba matar el tiempo en el inter. Mi primera opción fue reunirme con mi amiga de la prepa Elsa, que vive muy cerca de donde yo me encontraba, pero se hallaba indispuesta. Después de echarle sesos un rato, se me ocurrió caerle a la entonces niña de mis sueños (¡siempre quise usar esa bobalicona pero efectiva frase!), directito y sin escalas, en su escuelita, cerca de la estación La Noria del tren ligero (ella recién regresaba a clases).

De ese modo, llegaría al plantel desanimado por lo que me acababa de suceder y saldría de ahí con una flamante nueva novia, lista para consolarme. ¡Qué fácil y bella es la vida moderna! Todo estaba a mi favor. Inclusive, camino a su escuela, revisando mi mochila, encontré arrumbado entre mis cosas, mi disco favorito de toda la vida (SMiLE de Brian Wilson), del cual había planeado regalarle una copia (a final de cuentas, a todos mis amigos les regalé una en su momento). Sólo que lo que había en mochila no era una copia, era el disco original. Confieso que al principio titubeé, mas decidí dárselo; finalmente eso representaría un lindo detalle y en consecuencia, un arma infalible para terminar de conquistarla.

Lleno de confianza ante mi aparente situación ventajosa, arrivé al lugar indicado en un dosportres y cuando vi a la susodicha... no tengo palabras para describir el momento...

El caso es que platicamos de manera informal durante un rato, le conté mi triste desventura del día anterior (necesitaba desahogarme con alguien. Y sí, conmover al blanco era, según yo, una buena técnica para que bajara la guardia y me dijera que sí) y ella me dio un poco de consuelo. Después pasamos a temas más alegres y, una vez que el ambiente fue adecuado, poco después de haber puesto mi disco en sus manos, ella misma sacó a tema el punto de mis sentimientos.

Massive damage!

Al ver que ella misma fue quien preguntó, me sentí todavía más confiado. Si ella quería que le dijera, era por algo, ¿o no? Así que le expuse mi sentir y finalmente, le hice la propuesta como pude (imaginen a Veggie hecho un nudo de nervios). Esperé que me dijera "sí mi amor, ahora dame un beso y escapemos juntos" (OK no, pero sí esperaba una respuesta afirmativa). Lo que en realidad obtuve fue un: "¿Qué crees chavo? Dejaste pasar tanto tiempo que ya se enfrió la cosa", que me dejó de a seis. WHAT THE FUCK!?

Para ponerlo en términos simples:

Veggie got owned. LOL.

En ese momento, de estar en mejores condiciones, le habría espetado "Escuincla pendeja, devuélveme mi disco", pero estaba yo demasiado cansado y desganado, así que no dije mucho. No es cierto. En realidad quise conservar un poco de emotividad, por eso aunque ella ofreció devolverme el disco, me negué a aceptarlo, después de todo se lo di por ser alguien importante para mí, no para comprar su amor. Momentos después, ella tuvo que entrar a una última clase y el señorito se quedó a esperarla mientras digería su derrota y trataba de pensar en un método efectivo para remediarla.

I see...
Así que durante su clase estuve caminando por la escuela, cavilando en mi desilusión. Finalmente, caí abatido en un hermoso jardín, a la sombra de un árbol. Luego de recuperar un poco las fuerzas, me senté bajo el árbol a escribir. Pero el ambiente me distraía: aunque el patio estaba lleno de hierba, flores y algunos árboles, estaba atiborrado de gente, en su mayoría parejas que no dejaban de "hacer lo suyo", lo cual en mis condiciones no era la mejor vista. Giré mi cabeza al lado opuesto, sólo para tener ante mis ojos el ventanal del salón... no recuerdo el número, pero era el de ella.

¡Y por supuesto!, ella estaba sentada juntitito al ventanal, por lo que no pude evitar observarla. Vaya tortura. O miraba lo que acababan de impedirme hacer (mi meta frustrada), o miraba a quien me lo impidió. Ninguna opción era plausible y terminé, entonces sí, hasta la madre de frustrado.

En lugar de largarme de esa escuela, que era lo más sano, me quedé a esperarla como niño bueno (realmente debí quererla demasiado para aguantar eso... o de plano, estaba muy pendejo), contemplando el espectáculo de las parejas en el patio y la mujer en la ventana. Lo cual soporté estoicamente hasta que ella salió de clase y pude verla unos minutos más antes de que se fuera a su casa, abandonándome en ese lugar. Entonces, como una visión, Love Sick volvió a aparecer en mi mente, y recordé esta estrofa de la canción:


I see, I see lovers in the meadow
I see, I see silhouettes in the window
I watch them 'til they're gone
And they leave me hanging on
To a shadow


(o sea: Veo, veo parejas en la pradera/Veo, veo siluetas en la ventana/Las observo hasta que se han ido/Y me dejan colgando/de una sombra)

Pff, bastante similar a lo que me había ocurrido.

Desde entonces no puedo evitar relacionar Love Sick de Bob Dylan con ese día de enero de 2009.

Nada había terminado, un día largo me esperaba: apenas eran las 2 de la tarde y todavía debía exponerme a una pelea contra un maestro por una calificación (para eso iría a mi escuela esa tarde) y a que, rumbo a mi casa, descubriera (ya a medio camino) que no llevaba llaves y fuera necesario retroceder e ir al trabajo de mi papá y esperarme a que él saliera para poder regresarme con él. Odié ese día como ningún otro en fechas recientes. Afortunadamente, hoy puedo recordarlo con gracia y cierta satisfacción (por haber sobrevivido) cada que escucho la vieja canción dylaniana.

Y al final
Un par de semanas después de aquel evento, ya como amigos (o al menos eso me han hecho creer todos estos meses XD), durante una llamada telefónica, ella y yo criticábamos y cuestionábamos la chafa selección que la edición de enero de Rolling Stone hizo de los mejores cantantes de la historia, con Bob Dylan en los primeros lugares. Cierto, soy un fanático irredento, pero ello no me impide estar conciente de que el viejo no es perfecto y que a pesar de todos los talentos que el señor podrá tener, el cantar no es uno de ellos.

Moción que mi interlocutora secundó haciendo una muy graciosa imitación del buen Bob cantando Like a Rolling Stone. En respuesta le dije: "Y eso no es nada a comparación de como canta actualmente". Ella dijo no estar enterada y le prometí que en cuanto tuviera tiempo probablemente esa misma noche) le postearía en su hi5 un video de alguna interpretación reciente -digamos de los 90's para acá- de Dylan. Sobra decir que la canción que le puse fue Love Sick (y para cerrar con broche de oro, la versión de los Grammys con Soy Bomb en acción), permitiéndome así dedicarle la canción en secreto. Veggie owns again.







*MV1K: Mi Vida en 1 Kanción, para abreviar.

4 comentarios:

Charro Negro dijo...

jajaja, son las desventuras que todo mundo tiene que pasar en cuestiones del amor, aunque en tu caso dedicarle una cancion es mas racional que mientras estaba en la ventana y tu en el arbol, el aventaras una piedra y fuga.
Saludos, jjajaj.

The retro girl dijo...

tenías q sacar el tema otra vez???

:O

:S

:/

XD

dile a charro negro q no manche, no era para matarme con una piedra...

no me molesta, al contrario, me gusta saber tu versión.
Nunca publicaré la mía xq realmente he decidido no voltear al pasado...
(sí como no)

Podría decir en este mismo momento, siendo las casi 10:30 pm, acabando de leer eso.... q me quedé en SHOCK.

Pero .... bueno, no quiero q quede como una mala experiencia....todo salió bien después de todo....verdad?

?????????????????

Yo fuí a la q este mushasho le escribió la entrada!!!!!!

Yo fui la mujer de la ventana!!!!

Si me quieren tirar piedras por eso, háganlo....

(pero que sean Piedras Rodantes y vengan con un nuevo disco bajo el pellejudo brazo...lo que me recuerda...rock vintage....ESO ES LO MÍO!!...y yo ya me voy)

Jaime (el porta!) dijo...

Si pudiera le pondría un "más uno" al Charro Negro jajajaja.

Pero como no se puede, pues ni modo, pero estoy de acuerdo con lo de la piedra, incluso pudiste escribir una entrada titulada "Like a Fliyin' Stone" y Veggie PWNs Again XD

Jajajaja no no es cierto, es que necesitaba reirme de algo, por que el día de hoy solo ha sido de jaquecas, y tu forma pokemonesca de ver la situación me ha ayudado también. Y bueno, como diría el buen Yosi "¿Quién no hizo alguna vez locuras por una mujer?...". Yo si y tampoco salí bien librado.

Saludos, ya no le sufras Veggie y que buena canción! El video lo veo luego por que mi máquina me anda haciendo pucheros.

G. dijo...

Vaya tu historia me inspira a escribir alguna d elas mías que también sucedieron en Tlalpan, deberíamso hacer un concurso "Relata tu historia de Tlalpan" en fin, por algo se dan las cosas almenos son amigos...
Y si la vida es un largo devenir con soundtrack xD