sábado, 31 de octubre de 2009

¿Qué será del rock urbano?

¿Qué tiene el album Under the Influence de Status Quo que a los rockeros urbanos les encanta? Me refiero, Quo es una banda que data de los años sesenta, sus clasicos pertenecen a esa década, y a lo mucho, a los setentas. Y el álbum referido es de 1999, uno de los más intrascendentes y desconocidos de su carrera.


Aun así, y por alguna extraña razón, mis dos canciones favoritas de ese album, "Twenty Wild Horses" y "Blessed are the Meek" han sido covereadas por grupos mexicanos de los llamados urbanos; de hecho, en el caso de Twenty Wild Horses, conocí primero la version en español, de Barrio Pobre, y me gustó tanto que fue por eso que me volví seguidor del rock urbano. Cuando investigué al respecto sobre la canción, descubrí la original del grupo británico, la cual amé al punto que sin pensarlo dos veces descargué el album completo, y Blessed se erigió en mi canción favorita del plato (junto con Horses); hace unos momentos, un wiki-walk por youtube me llevó a encontrarme con una versión en español de esa canción, llamada "¿Qué será de mí?" interpretada por Hazel, de quienes soy fan, por cierto, y otra de un grupo denominado Pacheco Blues. Y aunque no están tan chidas como la de Status Quo, cada una tiene lo suyo. Ustedes juzguen:

Status Quo: Blessed are the Meek (no se puede insertar el video, pero les dejo el link, porque la canción esta hermosa; si no ven los otros, al menos vean éste)



Qué cosas mas raras suceden en esta vida...

miércoles, 28 de octubre de 2009

Friends will be friends!

¡Qué días tan chingones los que he tenido, me cae de madres! Por eso amo a mis amigos!! La presente entrada va dedicada a mi amiga con la que pasé el día de ayer en CU. ¡Eres la onda! Por eso te quiero. Esta banana está feliz (pero me debes unas quecas de Sancris <3).

(Sorry Dany, esta entrada no es para ni sobre ti, pero como a ti también te quiero, prometo hacer pronto una en tu honor, y va a llevar tu nombre sólo para complacerte XD)


(de cuando en cuando deberían checar los links que pongo en mis textos para entenderme mejor. Just 4 da lulz)

lunes, 26 de octubre de 2009

Bonorgasmo

No mames, ya lleva más de dos horas el concierto de U2 en vivo desde el Rose Bowl. Qué buena tocada, caray. Pero van en los encores, ya está por terminarse, así que antes de que mañana todos los medios estén atascados de crónicas alabatorias, me adelanto; he aquí mi breve visión de los hechos (porque al Charro Negro le dan "bloguera" las reseñas largas):

#Cosa curiosa, cuando U2 subió al escenario, en las bocinas del Tazón sonaba como música ambiental Space Oddity de David Bowie (precuela de Ashes to Ashes, la que puse en mi post anterior).


# Abrieron con Breath, mi canción favorita del álbum actual (coincidentemente, en la gira anterior abrieron con mi canción favorita de ese disco -City of Blinding Lights-).

# Un par de canciones no famosas que me dieron gratas sorpresas: The Unforgettable Fire y Ultraviolet (Light My Way).

# A pesar de que están en Estados Unidos, cuando cantaron Vertigo, Bono se echó un "Viva Mexico!" que me hace pensar que cuando vengan a nuestro país en mayo próximo, sí le van a echar ganitas a su actuación (porque las de 2006 estuvieron de hueva).

# La voz de Bono está ya muy desgastada. Me dolió escuchar One y que el grito pelado que era "Love is a temple, love the higher law" se haya convertido en un calmo susurro. Lo cual es triste para mí: mis amigos de la prepa recordarán que el más potente grito que éste su servidor ha emitido en toda su vida es esa misma frase (supongo que tendré que hacer stand in por Bono cuando la cante en el Azteca).

# I'll Go Crazy if I Don't Go Crazy Tonight, del nuevo disco, fue transformada de una convencional baladita a una ponedora canción muy rockera, con un estilo casi drum'n'bass que me encantó. De hecho todas las nuevas canciones están retrabajadas y muy mejoradas comparadas con las versiones de estudio. Ojalá la toquen así en mayo (con todo y que la versión original me enternece en lo más profundo de mi superfluo ser).

# Son las 12:18 y apenas terminó la tocada (a las 12:21 se cortó la transmisión). Diablos, se rifaron; una vez más seré presa del capitalismo, iré a verlos cuando vengan aunque tenga que empeñar a mi hermana. Me convencieron. Qué querían, es mi banda en activo favorita...

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Entre eso, que toqué RockBand2 en casa de Bragado (Pump It Up de Elvis Costello está tan fácil de tocar que la dominé al primer intento y, guitarra en mano, ya andaba yo brincando y bailando mientras tocaba -bueno, a eso hay que agregar que la canción está que se cae de buena-, con su hermana de 12 años mirándome como si de un niño me tratara; que una niña de 12 años te considere infantil ya es mucho decir. No tuvo madre ese momento) y que recibí una crítica favorable a mi poemita de esta tarde (a este paso Gaby y el Porta se van a ganar un lugar en mi guía de personajes cuando la actualice), creo que hoy fue el mejor día del mes. O sea que....

domingo, 25 de octubre de 2009

El primer rayo de luz

Cuán rápido pasa el tiempo,
cuán rápido muere una ilusión.
En un abrir y cerrar de ojos
feneció una bendición.

Las imágenes en mi mente
desaparecen de manera cruel.
Hace un año se fue, hace un año llegó.
Hace un año llegó, hace un año se fue.

El baile se fue despejando;
repentinamente todo se vació
Y durante esa penumbra
una ultima esperanza nació.

¡Murió! ¡Murió! Tan joven que
apenas pude percibir
de su luz el primer rayo.
Así, nada recibí.

¿Te acuerdas de lo que dijimos?
Promesas falsamente cuerdas,
sueños vacíos por todo el camino…
…te acuerdas????

No… eres muy joven todavía
para tener una memoria.
Aún así, necesitaba compartir
esta historia.

¡Se fue! ¡Se fue! Tan pronto que
cuando traté de parpadear
estuve solo de nuevo.
Jamás lo pude explicar.

Cuán rápido un momento
se convierte en eternidad.
En un instante, en un segundo,
reinventé la realidad.

In my time of Dying

Los años 2006, 2007 y 2008 fueron, en lo personal, sumamente caóticos, pero el último año me ha ido, a pesar de algunos incidentes, bastante bien; en particular los últimos tres meses (de agosto ara acá) me he sentido, vayan ustedes a creerme, feliz (con todo y los berrinches y dramas que no paro de hacer). Tanto que moriría.

No sé cuándo me hice de esta idea, pero tengo con frecuencia el plan de tirarme a un barranco o algo así un día que me sienta muy feliz. ¿Por qué? Porque así moriría feliz y con una sonrisa en la boca (no quiero morir triste, amargado, atado a una silla de ruedas o agonizando en una cama de hospital). De este modo, en caso de que tal eventualidad se dé, he aquí las canciones que quiero que pongan en mi funeral:

1. The Rolling Stones: You Can’t Always Get What You Want: tiene coros que me parecen celestiales, así que encaja perfectamente con la situación: para hacer mi viaje al cielo (¿y quién dijo que me voy a ir al cielo cuando muera?) más placentero. Independientemente de ello, es una gran canción para compartir con los cuates y su letra siempre será un enorme consuelo.


2. David Bowie: Ashes to Ashes: porque polvo somos y en polvo nos convertiremos, sin mencionar que mi voluntad es ser cremado (no quiero podrirme bajo la tierra, ¡guácala!). Además, es David Bowie. ¿Qué más podría pedir?


3. The Flaming Lips: Do you Realize??: una hermosa canción sobre resignarnos a perder a nuestros seres queridos. Ignoro cuántas personas se sentirán tristes cuando me pire de este mundo, pero en caso de que haya alguna, con esta canción podré decirles que me encontraré bien incluso estando en la otra dimensión.


4. George Harrison: Art of Dying: una de las canciones menos famosas de este señor, pero una de mis favoritas. Siempre ha sido parte del soundtrack de mi vida, y dado la temática que toca, será una pieza obligada en el de mi muerte, por lo que es infaltable en esta recopilación. Además para mucha gente –incluyéndome–, la muerte de verdad es un arte.


5. Joaquín Sabina: La del Pirata Cojo: para que la gente se acuerde de quién no fui. Y porque, a pesar del mensaje de “Art of Dying”, yo no creo en la reencarnación.


6. Billy Joel: The River of Dreams: la canción tiene un ritmo muy alegre, y no quiero que mi funeral sea un valle de lágrimas, preferiría que fuera más como una fiesta y con esta canción podríamos empezar a poner ambiente para animar a los concurrentes. Sin mencionar que “el río de sueños” me parece una excelente metáfora para referirse a la muerte.


7. David Wise: Island Swing: el ritmo de esta composición va por el mismo camino que la anterior, algo pacheca y muy bailable. El cambio de ambiente hacia el final es uno de los momentos cumbres de la música en toda la historia en mi opinión; aunque termina de manera un tanto lúgubre, vale mucho la pena. Por favor, quien organice el convivio no olvide incluirla.


8. The Pipettes: Pull Shapes: probablemente para entonces, las dos rolas anteriores ya hayan sentado el ambiente, es hora de que los invitados se levanten y se pongan a bailar y, por qué no, los que no se conocieran previamente entablen relaciones; esta canción me parece buena para ligar, así que si entre un par de mis amigos surge algo… yo me sentiría muy feliz desde el mas allá, con la satisfacción de haber servido como causa de introducción de una pareja.


9. Supergrass: Alright: si para entonces la gente todavía no se siente bien, esta canción tiene que lograrlo. Si quieren recordarme, recuérdenme en mis momentos de alegría estúpida en que me ponía hiperactivo; esta canción ilustra muy bien esos momentos.

10. The Shins: Australia: igual que la anterior, es una de esas canciones que siempre me ponen feliz y me encantaría que la gente (y no solo muerto, incluso ahora que todavía vivo) me relacionara con ella. Punto extra porque además ésta ya formó parte del soundtrack de una de mis near death experiences (un día de estos escribiré un texto sobre ella, lo prometo) anteriores.


11. Led Zeppelin: D’yer Mak’er: la letra de esta canción (“You don’t have to go”) adquiriría un sentido irónicamente enfermizo si la ponen en mi funeral, lo cual me haría cagarme de la risa desde el más allá. Por eso quiero que la toquen.


12. Queen: Don’t Stop Me Now: carajo, qué buena canción. Además, como dice la letra, esto es una fiesta, y no hay quien nos detenga. Para que mis allegados me celebren y yo pueda de igual forma, celebrarlos a ellos.


13. Bob Dylan: Dignity: que sea la versión unplugged, es la mejor interpretación que jamás dio Dylan en tooooda su vida y sólo por eso quiero que esté aquí.


14. U2: City of Blinding Lights: ¿me dirán que me veo hermoso esta noche? No creo que se le pueda decir eso a un tieso cadáver, pero sería divertido sin duda alguna. Pónganla en mi funeral y canten “ooohh-ooohh, ooohh, oooh-ooh”.

(no mams, yo estuve ahí <3)

15. The Beatles: Taxman: lamentablemente, incluso morirse sale caro (“Now my advice for those who die:/Declare the pennies on your eyes”), y alguien tendrá que hacerse cargo de esos incómodos gastos. Para que no le pese tanto al que organice este guateque, en su honor propongo tocar esta genial rolita. Adicionalmente pueden poner “Here Comes the Sun” si quieren un momento emotivo en mi honor, pero ya queda a elección de ustedes.


16. The Beach Boys: Good Vibrations: una de mis canciones favoritas de toda la vida, desde el más allá les envío buenas vibras. Si no me la ponen me voy a enojar (LOOL, ¿puede un muerto enojarse?).


17. Zoe: Corazón Atómico: por las mismas razones que la anterior. No pido “Vía Láctea” porque no me interesa que conjuren mi nombre, que de inmortal no tiene nada.


18. Monty Python: Always Look on the Bright Side of Life: tratándose de morir, ésta es la rola. Joder, estoy muerto, ¿y? La vida es una risa y la muerte es una broma, lo demás vale madres. La pongo al final porque con todo y su mensaje optimista, tiene un humor bastante negro detrás, y tratándose de mí, es la mejor forma de dar el último adiós: con una broma irónica. Además, la misma canción advierte que es el final de la película, que los asistentes pueden irse pero que no se olviden de llevarse un recuerdito.


Es todo, espero disfruten la lista de reproducción (independientemente de su significado, creo que ésas serían las canciones por las que me gustaría ser recordado), así como el evento mismo. Están todos cordialmente invitados; ya en su momento les haré llegar las invitaciones. Hasta entonces.

martes, 20 de octubre de 2009

El turbulento fin de la gira Veggie-UNAM

En las últimas semanas, Alejandro me ha dicho que se siente incómodo en Ciudad Universitaria, que ya no se halla. Siempre he pensado que ésas son patrañas, que éste ha sido mi mejor semestre en mucho tiempo y que el debería divertirse y aprovechar nuestra situación de cuasi-turistas en el campus.
El circuito exterior de CU

Hasta el día de hoy.

Nunca creí decirlo, pero ya estoy harto de CU. Pasé todo el día recorriendo la mentada Ciudad. Y esta vez no fue grato, a pesar de que debería estar ultra feliz: hoy entregué el primer dibujo autografiado (con su chocolate respectivo) y eso me lleno de júbilo. Pero no fue suficiente.

Quería llegar temprano para desviarme a la Dirección General de... de algo; el caso es que se llega por el metro Universidad, y no por Copilco. Ya fui allí un par de ocasiones la semana pasada y descubrí que, contrario a lo que siempre creí, no está tan lejos mi Facultad. La ruta es Metro-Facultad de Ciencias (a 200 m de la estación)-Anexo de Ingeniería-Ingeniería-Islas-Derecho, y no toma más de 20 minutos recorrerla si se lleva buen paso (en comparación, la ruta del metro Copilco por el Paseo de las Facultades toma 15 minutos al mismo ritmo). Debido a ello, decidí que después de 5 años de usar siempre el mismo camino, a partir de la semana pasada tomaría el que recién descubrí, siempre que contara con esos cinco minutos de diferencia.

Y como hoy debía visitar este lugar, no había de otra, a menos que pasara después de clases, pero nel, qué hueva (además, necesitaba llegar temprano a mi casa para continuar con mi tesina). Dado que el Anexo de Ingeniería está al ladito de la Facultad de Contaduría y Administración, donde Daniela estudia, se me ocurrió, ya que llevaba buen tiempo, llevar a Dany su dibujo autografiado como lo prometí; ella aceptó y pasé para allá, sin que la desviación me costara más de 3 minutos (descontando por supuesto los 5 que esperé por ella). Mientras la esperaba, estuve jugando DS y por la prisa (ambos teníamos clase) olvidé apagarlo cuando lo guardé en cuanto ella me encontró. Encima, ninguno llevaba bolígrafo y no pude firmar el garabato. "Algún día pasaré a darte tu autógrafo", dije de broma (estupidas bromas agoreras).
Gente ajedrezeando en Química

Llegué corriendo a mi clase, sólo para enterarme de... ya sabemos qué... Con tiempo libre -una vez más- hice lo de siempre: acompañar a Alejandro (olvidé darle su dibujo, a pesar de que lo llevaba en mi carpeta: ¡idiota de mí!) hasta el gimnasio y después perderme en el lugar. Lo cual hice, literalmente. Quedé con él de verlo saliendo del gym a la 1 para ir después a la biblioteca (creo que este blog debería cambiar de nombre a "las homoeróticas aventuras de Juanito Banana y Alejandro").

Cerca del gimnasio se encuentra el Estadio de Prácticas, al que nunca había entrado, de modo que ése fue el destino de mi paseo de hoy. Me encaminé hacia allá con mi celular tocando a Chumbawamba ("I get knocked down, but I get up again, and you ain't never gonna keep me down..."; ¡qué buena rola!) a todo volumen, cantando incluso; finalmente, me introduje en las
instalaciones del estadio. Lindo, muy lindo el lugar, hasta que...

Holy shit! Oh holy fuckin' shit! Descubrí una de las canchas del lugar, destinadas a la práctica del futbol soccer. Después de todo, sí había estado ahí ya una vez. En primer semestre. Jugando como portero representando a mi grupo en un mini-torneo que mi Facultad había celebrado entre los novatos de 2004. Y todo lo que me remonte a primer semestre me remonta a Ex#1. Recordarla puede ser grato y nostálgico, o un viaje por el infierno, dependiendo del clima.

Lamentablemente el calor estaba como para que aplicase el segundo caso y mi cabeza comenzó a dar vueltas mientras fui invadido por imágenes de ese partido, de cómo nos embriagamos en el camión rumbo a la Facultad, y Ex#1 (la persona mas sobria que jamás he conocido) me cuidaba para que se me bajara antes de que llegáramos a clase. Al llegar a la Facultad, la mitad del grupo se fue de fiesta; ella y yo nos quedamos en nuestra aula como niños buenos, y en la noche ella y yo -ya sobrio- bromeábamos sobre las veces que la cagué y celebrábamos los balones que paré; dos días después, su tío murió y...

Demasiado viaje mental para un día. Necesitaba salir de ahí. Irónico que el Estadio de Prácticas se ubicara tan cerca de donde probablemente en esos momentos (es decir, ya el día de hoy) tomaba clase Ex#2. Tan metido estaba en el recuerdo de Ex#1 que no reparé en que a unos metros delante mío, cerca de la Escuela de Trabajo Social, se aproximaba caminando Ex#2, acompañada de otra chica. No me di cuenta de quién se trataba sino cuando casi me estrellaba contra ella, quien pareció tampoco fijarse en mí. Pero soy una persona cortés -a veces- y necesitaba que algo me sacara de mi viaje, así que en lugar de dejarla charlar con su amiga e ignorarla groseramente, me acerqué a saludar. Finalmente, ella y yo todavía somos amigos (razón por la cual ella no me persigue como Ex#1), no había motivo para no acercarme, ¿o si?

Algún pasillo de Trabajo Social

Tal vez sí había. En tono sarcástico preguntó: "¿Qué? ¿Me estás siguiendo?". No sé si de verdad se incomodó al verme aparecer de la nada (en teoría yo no tenía nada que hacer por esos rumbos, así que cuadra), o si fue una mera broma amigable. Pero el estado en el que yo me encontraba, y considerando que la última aparición de Ex#1 en mi vida consistió casualmente en que sí la estuve cazando (porque necesitaba entregarle algo con cierta urgencia y ella no se aparecía), provocaron en conjunto que sí me hiriera el comentario. A pesar de todo, creo que mantuve la cordura; intercambié un par de comentarios con la chica y cada cual siguió su camino.

Un poco alterado por el mar de pensamientos, no hice sino profundizar en ellos y terminé relacionando a #1 con #2. Qué macabro fue eso, para bien o para mal. Es todo lo que puedo decir, mis más profundos sentimientos no son de incumbencia de nadie sino de mí mismo.

Alejandro me hizo ver mis diez minutos de retraso y nos dirigimos a la Biblioteca Central para una sesión de no más de un cuarto de hora. Lo dejé en el camión y, ya que en la mañana no pude ir a donde debía, volví a recorrer el tramo Derecho-Metro Universidad; terminé pasando tres veces por la zona Anexo Inge-Conta-Trabajo Social el día de hoy, por lo que me sentí asqueado (por haber visitado tres veces el mismo sitio y por la escena de hacía un rato con #1 y #2). Es más, me juré que sería la última vez que salgo a vagar por CU (sirve que me ahorro probables malos entenididos con #2). Así que cuando pasé por la Facultad de Ciencias (la única que no conozco completa -además de Conta-) me quedé allí para conocerla y poner fin a mi gira por el campus principal de la Máxima Casa de Estudios. El Veggie-UNAM Tour ha terminado, o al menos se suspende hasta nuevo aviso (me pregunto quién acompañará ahora a Alex al gym: ¿me será fiel y se irá solo, o terminará con el primer sujeto que se le ponga enfrente?). Y todo para
que las mentadas oficinas estuvieran cerradas...


Quería un panepi, pero después de todo eso (según mi teléfono celular, la caminata del día midió casi diez kilómetros), ya no me iba regresar a Copilco. Simplemente tomé el primer tren a Indios Verdes y me planté a jugar DS, para descubrir que lo había dejado prendido desde que vi a Daniela en la mañana. Cosas de la vida.Durante el recorrido dentro del vagón naranja, hice un recuento de aquel lapso, y anoté que en 4 horas me sentí: feliz-frustrado-feliz-divertido-confundido-melancolico-malviajado-incómodo-frustrado-cansado-alegre-harto-hambriento. Y sin embargo, a pesar del torbellino de emociones, no me siento enfadado actualmente, es más, hasta me siento de buen humor, escribir esto fue muy divertido. Ex#1 no tiene la culpa de que lo "nuestro" haya terminado mal, ni Ex#2 de las repercusiones que #1 tuvo en nuestra propia "historia". Por el contrario, todo esto inspiró un bonito (no es cierto) poema que a continuación transcribo:

Cuán rápido pasa el tiempo,
cuán rápido muere una ilusión.
En un abrir y cerrar de ojos
feneció una bendición.

Las imágenes en mi mente
desaparecen de manera cruel.
Hace un año se fue, hace un año llegó.
Hace un año llegó, hace un año se fue.

El baile se fue despejando;
repentinamente todo se vació
Y durante esa penumbra
una ultima esperanza nació.

¡Murió! ¡Murió! Tan joven que
apenas pude percibir
de su luz el primer rayo.
Así, nada recibí.



¿Le entendieron? No se preocupen, yo tampoco.

sábado, 17 de octubre de 2009

El error de Isaac Asimov

¿Recuerdas lo que pasó la otra noche en aquella callejuela? no lo niegues, estabas asustado....pude notarlo en tus ojos. Era una experiencia nueva para ti, ¿no es así?

Llevas años presumiendo a tus contemporáneos la innumerable cantidad de logros en el romance... Sea cual sea su nombre, siempre hay una mujer comiendo de tu mano, has sido un gran héroe...

Pero dentro, muy dentro de ti, estás consciente que la verdad es otra: todas esas historias eran sólo la forma de disimular tu timidez, tu miedo a las mujeres, a un mundo al que nunca pudiste acercarte.

Ni siquiera sabes cómo sucedió... por eso estoy yo aquí, para recordártelo.

Esa noche fue un viernes; cuando el sol todavía irradiaba algo de luz, alguien te invitó a una fiesta. "Es sólo una más", te dijiste, y aceptaste sin más.

Ya estando en el lugar en cuestión, no te atrevías a dirigir la palabra a mujer alguna. "No me interesa", contestabas. Fue entonces cuando la miraste.

Sus enormes ojos te decían "mírame si te atreves", sus labios tenían poco maquillaje pero eran carnosos... seguiste mirándola; evitaste sus pechos porque no te atrae esa parte de las mujeres, lo que te gusta es lo que hay pasando la cintura, las piernas y las nalgas pues, y sus ajustados pantalones rojos dejaban ver su agradable silueta. ¿Qué podías hacer? ¿Quedarías mal frente a todos tus camaradas, aquéllos que tanto te idolatraban?

No. Recurriste a la más patética y sin embargo útil de las armas: el alcohol. Vaso tras vaso de ron, cada gota de licor era una gota de valentía, un arma en tu cruzada.

Ni siquiera bebías con destreza. Con cinco copas tu autocontrol comenzaba a decaer, y una parte de ti sólo sentía más temor, mientras la otra te refutaba: "es lo que querías, ahora lánzate al ruedo". Torpemente, te acercaste a ella y le preguntaste:
-¿Te diviertes en este lugar?
-Sin duda- Contestó ella sarcástica.

Ese sarcasmo que tanto admiras en los hombres, en una mujer era un arma de doble filo, pero tu alcoholizada mente estaba encarrerándose. Te quitaste de esos nervios con una copa más.

-Claro, debe de haber cosas mejores por aquí -fue tu respuesta inmediata, la pronunciaste lentamente, ante lo cual ella rió.

Te sinceraste con ella y le dijiste lo hermosa que se veía al sonreír, con esos dientes tan perfectos... ¿De verdad estabas dejando atrás veintisiete años de timidez por una sorpresiva seguridad o simplemente eran visiones distorsionadas por el alcohol de lo que realmente sucedió? Confía en mí, de verdad así sucedió.

Pero los milagros no son tan espontáneos. Como si fuera un hombre, la abrazaste de los hombros. Ella te dijo:
-Así no se hace, ¿eres acaso gay?
-Estoy contigo, ¿puedo serlo?

Ella volvió a reír y mientras tu mente seguía confundida por tu repentina habilidad, ella bajó tu brazo y lo dirigió hacia su cintura....

Con tu brazo en su cintura, la llevaste a algún lugar donde pudieras charlar a solas con ella. Te encuentras en una fiesta, el lugar está atiborrado; ella sugirió que salieran de la casa. La noche caía del cielo mientras el día se hundía en algún océano lejano. En el patio había mucha luz. Salieron a la calle. Llegaron a un pequeño callejón, logrando sentarse en la banqueta. Preguntaste su nombre. Era Karla. Diste el tuyo pero antes de terminar de pronunciarlo tu boca estaba dentro de la de ella... "¡Lo logré! ¡No sé cómo, pero lo logré!".

Irradiabas de júbilo en tus pensamientos. De verdad eras el gran conquistador que decías ser. Ella metió sus manos en tu camisa por la cintura. Eras lampiño y no le gustó, así que bajó. Introdujo sus dedos en tu pantalón al tiempo que separaba su boca de la tuya. Te susurró al oído: "Haz lo mismo" y acto seguido te besó el cuello.

Aún con temor, metiste tus manos en su pantalón tal como ella hizo momentos atrás.... Recordaste cómo cuando la luz la iluminaba en la fiesta la delgadez de su pantalón éste dejaba mostrar la silueta de su pantaleta y tú te preguntabas de qué color sería. Ahora la tenías entre tus dedos. Seguías desconociendo su color, pero ya no importaba, el algodón se sentía tan suave...

De pronto, algo en ti estalló.

Por fin decidiste tomar la iniciativa y mientras una de tus manos todavía jugueteaba con su ropa interior, sacaste la otra para llevarla a su mejilla.... su rostro era incluso más suave que la tela... Seguiste un camino que parecías haber conocido desde hace años. Acariciaste su cabello y bajaste hacia sus omoplatos, para que, al continuar descubrieras que su sostén estaba hecho únicamente de piel humana y tenía algo llamado pezón...

Mientras, en medio de sus besos, ella soltó un grito mudo que descargó apretando tu pene. Más combustible a la maquinaria. Bajaste hacia su ombligo, e instantes después tus manos estaban nuevamente juntas, mientras las de ella se alternaban entre despeinar tu cabello e incrementar el tamaño de tu miembro.

Tus manos, a pesar de compartir altura, volvieron a separarse, una hacia atrás y la otra hacia el frente. La primera hacia el cierre de su pantalón para bajarlo, la segunda, por detrás, se cobraba el premio mayor en sus nalgas.........

Ella, adelantada como siempre, ya te tenía sin pantalón, pero su ventaja era de apenas unos segundos, pudiste adaptarte... El frío de la noche desaparecía en la oscuridad de aquella callejuela.

Te besó el pecho y tú pediste un momento libre. Te alejaste para verla tan despeinada, así lo que pudieras ver fuera mínimo. Bajaste su pantaleta y ella quitó tu camisa... desabotonaste su blusa y notaste cómo el frío provocaba en sus pezones lo que el calor en tu pene.

-¿Soy un buen conquistador? -le preguntaste ingenuamente, buscando legitimar todas las fantasías que narrabas cual hechos veraces. Ella rió y te dijo:
-¿Crees que me conquistaste? Eras un conejito temeroso, fui yo quien te sedujo... Eres un mal conquistador, pero un excelente amante... un diamante en bruto.

¿Qué más quieres saber? ¿Qué más quieres recordar? ¿No recuerdas el final, verdad? Lo que no sabías es que ella no era del todo quien tú creías....

Lo disfrutaste, pero ese clímax sólo fue una explosión que demostró que Asimov estaba equivocado. Él decía: "la vida es agradable, la muerte, tranquila, lo doloroso es la transición".

Y sin embargo, aquel nirvana, aquel orgasmo que te pondría en las nubes y te permitiría ser el verdadero héroe de tus detestados compañeros, fue paralelo a tu último suspiro. Así es, mientras tú te elevabas hasta lo más alto, justo en el instante en el que sonidos, textura e imágenes se convertían en uno solo... todo desapareció.

Ella, entre caricias, besos, y la más disfrutable penetración que jamás había tenido, tomó de su bolso, que yacía junto a ustedes, una daga, y la enterró en tu espalda, justo detrás del corazón. Y mientras tu sangre emanaba, ella se vistió y salió corriendo del lugar. Jamás la volviste a ver. Claro, ella está viva y tú no. Por eso no lo recuerdas, porque nadie recuerda su último instante de vida. Lamento que no lo supieras, pero querías recordarlo, ¿no?




(Escrito en abril de 2005, de ahí la etiqueta de "Relanzamientos remasterizados")

Lindas palabras de amor

Lo ques quiero en este mundo
No es la fama y ni siquiera la grandeza
No quiero ser un hombre rico
Sólo deseo meterte mi cabeza
Con ella hacerte sentir rico
Penetrando hasta los profundo

viernes, 16 de octubre de 2009

Y el "Premio Fulanito de Tal" de este año es para...

No no no no. ¡NO!

Ahora resulta que hay un premio con el nombre de George Harrison. Sé que debe ser un gran honor que un reconocimiento lleve tu nombre. Porque así es, según la notificaciçon que esta mañana me llegó de su página oficial (que además es una .com, no .org), el pasado 10 de octubre se entregó a Ravi Shankar el primer Premio Humanitario George Harrison. Así es, para aquéllos que piensen que Barack Hussein Obama no se merecía el Nobel de la Paz, tenemos ahora el Premio George Harrison que también honra a los que "desinteresadamente" hacen el bien por nosotros... y que casualmente se entrega por las mismas fechas; como las Golden Raspberries en version no cinematográfica. O RLY? (prometo un dia de estos dejar de abusar del internet slang, pero es que es tan divertido)
No, no es Calamardo Tentaculos, es Ravi Shankar.

Según la notita (ya que es bastante escueta), el dichoso Premio es auspiciado por la UNICEF, quienes se han hecho cargo del dinero derivado del Concierto para Bangladesh y toda la mercancía relacionada a traves del Fondo de George Harrison para la UNICEF. Y por supuesto, como este premio no busca fines de lucro, en lugar de hacerse una magna ceremonia para la entrega, simplemente se le entregó a Shankar el premio durante un concierto suyo.

Aun así, me resulta enteramente sospechoso que habiendo tantos pacifistas (conocidos y anónimos), el galardón haya sido concedido a Ravi Shankar, casualmente un gran amigo de George y quien, hasta donde tengo entendido, ni siquiera ha figurado jamás en la lista de nominados para los Nobel. Si continúan siguiendo este criterio, tal vez en unos años yo mismo gane el premio por ser el fan número 1 de Jorgito. Digo, si me van a dar una figura de acción oficial de George, cómo negarme. Si querían credibilidad, empezaron con el pie izquierdo.

¿En qué demonios está pensando Olivia Harrison al permitir esta barbaridad? A su edad ya no necesita dinero, el que su marido le dejó no se le va a acabar, y aun si se lo termina, su hijo no se quedará en la calle ahora que también es un rockstar. Porque no me van a decir que lo hace para que reconozcan el talento y la calidad de su marido. Si así fuera, promovería su música (ya hace falta un disco oficial de rarezas y canciones inéditas de George). Algo me dice que la recientemente lanzada recopilación Let it Roll: Songs by George Harrison no se está vendiendo muy bien que digamos y para incentivar un poco a los potenciales compradores (porque incentivarlos con su música no es muy factible: George no escribio Imagine -afortunadamente-) se sacaron de la manga este bonito reconocimiento. De ahí que hagan hincapié en lo importante que fue George concediendo el premio a su amigo Ravi (o sea, es puro fanservice para emocionar a los admiradores de George). Está bien que George haya considerado a Lennon una influencia en su vida y obra, pero de eso a que por analogía Olivia quiera seguir los pasos de Yoko Ono hay una distancia tremenda. Y aun asi no compraré Let it Roll.

Es curioso cómo en vida Harrison siempre fue considerado como una persona aburrida, gris y con poco talento. Además George ni siquiera fue tan humanitario. Sí, organizó el Concierto para Bangladesh, que dejó unos 20 dólares de apoyo al mentado país, pero el resto de su vida el señor se la pasó cantando y regando su jardín en Friar Park (lugar en el que viviré cuando sea millonario, por cierto). Pero ahora que esta muerto... la necrofagia, señores. Por eso cuando me muera quiero que le pongan mi nombre a la calle donde crecí (que actualmente -o hasta donde yo me quedé- lleva el horrible y cuasi reggaetonero nombre de "Calle 9") y que cada 6 de julio celebren en ella un festival en honor a la idiotez. ¿Que qué hice yo para ganarme tal honor? Nada, ¿pero hizo Emilio Chuayffet algo por nuestro país como para que le pongan su nombre ya no a una calle, sino a una colonia?

Da igual. Que hagan y digan lo que quieran. Para mí George fue un gran músico y con eso me basta (entonces para empezar, ¿por qué hago este berrinche?). Y sé que desde el cielo (si es que existe) el hombre se ha de estar pitorreando de la forma en que usan su nombre el día de hoy (tal vez también se pitorreé del escándalo que uno de sus fans acaba de hacer en su blog). Ya mejor que le cambien el nombre a la ciudad de Liverpool por el de "Beatleland".

Y como el mes pasado Abbey Road cumplió 40 años, en vez de hacer una reseña de un disco que todos se saben de memoria, me limito a homanajear al álbum y de paso a George, con una de las contribuciones de Harrison a ese disco.



Fe de ratas: ¡Si seré pendejo! ¿Cómo se me fue a olvidar mencionar que, para hacer mas especial la cancion Oh My Love de Lennon (la cual alabé hace dos o tres entradas), Harrison participó en ella (es él quien toca el hermoso intro en la guitarra)? Idiota de mí.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Frikez sentimental

Llevo 3 meses tratando de escribir una reseña sobre le palícula Up. Pero no puedo. Esa película es perfecta. El mejor filme que he visto desde Sin City, y de eso ya son cuatro años (lo cual significa que la estoy poniendo encima de películas que me impactaron como 300 y El Perfume). Sigo frustrado preguntándome por qué la esposa de Carl tuvo que morir antes de tiempo, cuando estaban tan cerca de cumplir su sueño.

Por otra parte, he pasado todo el día viendo openings y endings de anime. En distintos idiomas. Y he llegado a la conclusión de que esa música es tan conmovedora como la película Up. Frases como: "En un cuaderno en blanco te entregaría lo que queda de mis días, porque sola no estás" dejan muy por atrás a José José y Alejandro Fernández en custión de sentimentalismos (LOL, la próxima vez que me embriague por cuestiones amorosas -por supuesto, como lo hago taaaan seguido...-, en lugar de hacerlo con Chente, lo haré con música de anime). Pero tampoco puedo escribir una entrada completa sobre eso.

En pocas palabras, no hay forma de describir lo sublime y lo perfecto. Es mejor vivirlo.

Que los ilumine la eterna luz (del norte).

martes, 13 de octubre de 2009

Kame Sen: corriendo como una tortuga

Una de mis partes favoritas de Dragon Ball es cuando Son Goku, el protagonista, conoce a Kurilin, quien se convertirá en su mejor amigo. El primero es un niño idiota y el segundo es un niño gandalla. Lo que los hará amigos será el tiempo que pasarán juntos entrenando bajo la tutela de Muten Roshi.

¿Y eso qué? Aparte de que Kurilin es mi personaje favorito de la serie, no pude evitar recordar hoy ese arco en la historia. Porque para presionar a los niños durante su entrenamiento, el anciano Roshi los obliga a hacer todas sus actividades cargando un caparazón de tortuga sobre sus espaldas, método al que llama "La escuela de la Tortuga". (Kame Sen). Y créanme, hacer ejercicio con una carga a cuestas no es nada fácil, según pude comprobar hoy; de ahí el recuerdo dragonbolesco.

Como ya es costumbre, mi maestro no dio clase y acompañé a Alejandro (después de todo la guía de personajes sí puede tener un uso práctico en mi blog) al gimnasio de Ciudad Universitaria como he hecho todo el semestre. Para aprovechar el viaje y no sentirse tan frustrado de venir a la Universidad por una sola materia, se inscribió al gimnasio de la UNAM y va allí saliendo de clase. Yo que tampoco tengo mucho que hacer, lo acompaño para desestresarnos durante la caminata y luego ya me voy a mi casa (en teoría). Chale, hasta parece mi novia: voy a dejarlo a la puerta del lugar para que no le pase nada a la señorita.

Entre que esto ha sido así todo el semestre, y que en frente del gym están la Facultad de Contabilidad y la Escuela de Trabajo Social, en las que tengo amigos, esta inexplorada parte de CU (que antes del actual periodo sólamente había visitado en mis viajes cicilistas de tercer semestre) se ha vuelto muy familiar para mí recientemente, y de este modo el jardín afuera del recinto deportivo se convirtió en mi nuevo lugar. Estas áreas verdes, mucho menos pobladas que las Islas, (que a estas alturas ya hasta me aburren) y alejadas de la ajetreada civilización del downtown de CU, son el lugar perfecto para desconectarme del mundo (también se encuentra por allí el anexo de la Fac. de Ingeniería, en el que me he perdido por horas y todavía no termino de recorrerlo), sea con mi DS, con algún libro o simplemente recostándome sobre la hierba (uno de los más grandes placeres habidos y por haber). Y como esta mañana no me bebí mi tradicional taza de café ultracargado, me estaba muriendo de sueño, por lo que tomé la brillante decisión de dormirme allí un rato.

En ésas estaba yo, cuando una voz familiar me dijo:
-¿Qué haces allí? Creí que ya te habrías ido.

Era Alejandro, quien para calentar antes de su rutina había salido a trotar. Le dije que quería descansar un rato; me sugirió visitar a mis amigos de Conta o Trabajo Social y me negué argumentando flojera (y que ellos estaban en clase a esa hora); él respondió con un "estás loco". Y eso es como decirle a Marty McFly que es una gallina. Con mi berserk button presionado, el loco dentro de mí se activó y después de unos momentos, tomé mis cosas y salí corriendo detrás de Alejandro.

Con mi mochila a cuestas, troté con él unos 200 metros para después retarlo a unas carreritas. "Con esa mochila te vas a cansar luegoluego", me dijo. "No me importa", respondí; no habían transcurrido 10 segundos cuando él ya se había lanzado a correr a toda velocidad. Hice lo mismo, pero lamentablemente, mi amigo tuvo razón.

En cuanto notó que me había dejado atrás disminuyó su velocidad hasta que lo alcancé. Rió y seguimos trotando juntos. Él en pants y con una camiseta sin mangas. Yo con unos jeans pegaditos (parezco vieja con ésos) que de entrada no son muy cómodos para caminar; una playera negra bastante caliente y mi pesada mochila (quienes me conozcan sabrán que dentro de esa mochila existe todo un mundo) en la espalda. Saber en qué condiciones iba cada quien resulta fácil después de tal comparación.

La distancia recorrida fue de Conta a Química y de regreso; no más de un kilómetro, dos a lo mucho... pero esa mochila... Contrario a lo que Alejandro creía, pude mantener su ritmo, pero en cuanto volvimos a la puerta del gimnasio, él estaba fresco como una lechuga, y yo húmedo debido al sudor. Ambos llegamos a la meta, pero yo tuve que gastar casi todas mis energías (¡necesito incrementar mi ki!) mientras que él apenas usó una mínima parte. Y yo que creía tener buena condición física. Aun así, después de descansar un par de minutos (y de ir a lavarme a un sanitario en la Facultad más cercana), me fui trotando al metro Copilco. No iba a dejar que Alejandro me humillara así.

Después de todo esto, he aquí mi nueva meta: poder correr (correr, no trotar) de Conta a Química y de regreso bajo el sol de medio día, sin cansarme, y con mi mochila a cuestas, como lo hacían Goku y Kurilin cuando eran niños. Tengo un mes y medio para lograr mi objetivo. Como también tengo una semana para escribir una tesina que no he comenzado. En sus marcas, listos... ¡Fuera! (Ése era el título alternativo de esta entrada, por cierto)


P.D.: LOL, hoy salió el disco navideño de Bob Dylan. Es la cosa más divertida que he escuchado en mucho tiempo. Dylan berreando villancicos (hay que reconocer que las voces "de fondo" le ayudan mucho al ruco, pero aún así...).

P.D. 2: Creo que ésta es la entrada más intrascendente de toda mi trayectoria bloguera, pero estuvo chida la carrerita con Alex y mi viaje de nostalgia dragonbolesco (en realidad, desde hace unos días quería escribir algo sobre Dragon Ball), ambos merecían quedar plasmados aquí.

sábado, 10 de octubre de 2009

Guía de personajes. Tomo I

Cuando iba en preparatoria tenía el propósito de hacer una guía de personajes para anexar a mis memorias y así no sacarme de onda cuando al leerlas encontrara algún nombre del que ya no me acordara. Pero a esa edad conoces a medio mundo, y la tarea era tan laboriosa que me dio demasiada hueva para llevarla a cabo. Sin embargo, la idea ha estado siempre presente, pues mi mejor amigo y yo tenemos la costumbre de referirnos a nuestras vidas como si fuera una serie de televisión o un cómic. Bajo una óptica así de tu vida, una guía de personajes parece algo natural. Y ahora que mi círculo de amigos se ha ido “depurando” (por no decir que cada vez me vuelvo más asocial), con menos personajes nucleares, el trabajo se hace más fácil.

Por otro lado, en mi proceso judicial del mes pasado hice algunas declaraciones bastante interesantes. Durante mi comparecencia, la Juez me interrogó sobre mis allegados. Aunque sólo fue una sucia

jugarreta para sacarme el secreto que ocultaba, hacer el recuento de mis actuales mejores amigos fue en ese momento agradable y me hizo retomar la idea de la guía de personajes, la cual escribo ahora, tomando como base el texto de mi declaración y expandiéndolo un poco; a final de cuentas, en la entrada en la que hice la narración del juicio, amenacé con publicar una parte de mi confesión; bueno, a esto era a lo que me refería ese día.

Así pues, haciendo de cuenta que esa pregunta fue sincera y bienintencionada, describiré aquí a mis mejores amigos por puritito placer, espero les interese leerlo; quería meterle fotos bonitas de mis cuates pero supongo que va contra su privacidad (como sea, no creo que sea tan interesante el tema más allá de ellos mismos), es por ello que me tomé la libertad de hacer algunas ilustraciones alusivas (ésos eran los famosos artworks a los que me he referido desde la semana pasada).

Los personajes serán listados por cronológico orden de aparición por motivos de igualdad. Espero que tanto los involucrados como los demás lectores lo disfruten (por eso decía que ni siquiera era la gran cosa; igual lo pongo como logro personal) y lo consideren por un lado como una más de mis confesiones que desde hace un par de meses se me han dado tanto, y por otro como una manera de agradecer a mis amigos, con quienes, dicho sea de paso, muchas veces me he comportado como un auténtico ojete (aun así, daría mi vida por ellos).


Chos
Primera aparición: Saga Hispano, primera temporada, capítulo 1, agosto de 1998.

Mi amigo desde primero de secundaria (1998), aunque realmente comenzamos a ser verdaderos amigos a partir de segundo año, cuando él era uno de los lectores de un cómic (bastante soso, por cierto) que yo dibujaba. En teoría, todavía soy amigo de toda la bolita que en aquel entonces se juntaba, pero una discusión en 4to de prepa hizo que me separara de ellos y al único que sigo frecuentando –más o menos– es al Chos; a los demás sólo los veo en la tradicional posada que cada año organizan religiosamente.

El Chos es el sujeto más noble que conozco, y al igual que yo, solía tener sobrepeso en aquella época; hoy es todo un chico fitness (juro que envidio su cuerpo) y fue él de hecho quien me motivó a bajar de peso también. Como la mayoría de mis amigos, le gustan los cómics y el manga; me quedé en que es fan de One Piece. Actualmente es veterinario (o eso estudió al menos). Y es bien rifado para los videojuegos.


Ricardo Bragado
Primera aparición: Saga Hispano, segunda temporada, capítulo 3, octubre de 1999.

¡Caray! Justo por estas fechas se cumple una década de que conozco a este sujeto. Originalmente no era más que el amigo de otro amigo mío, pero terminamos los tres juntos en la prepa (2001) y debido a nuestro amigo en común la convivencia fue inevitable, así que aunque tuvo pequeñas apariciones en secundaria, en realidad no fue mi amigo sino hasta la preparatoria y más bien es a esa época a la que pertenece. Tengo muy buenos recuerdos de 4to año, de muchos de los cuales forma parte Bragado. Aun así, me tomó años confiar en él (siempre sentí que sólamente me hablaba porque como quería ser psicólogo me veía como a un objeto de análisis dada mi frikez), pero finalmente se convirtió no sólo en mi amigo, sino en el mejor de ellos.

Bragado ha sido mi cómplice y en ocasiones hasta mecenas de mis más estúpidos proyectos y yo de los suyos (y vaya que hemos tenido toda clase de ideas). Es la única persona en cuyas manos pondría mi vida, sin mencionar que tiene un humor ácido como nadie en este mundo, y es lo suficientemente sincero como para llamarme “ridículo” cuando cualquier otro me hubiera dado cálidas palabras de aliento. Quizás sean su franqueza y objetividad las que le hicieron merecedor de mi admiración y del título de mejor amigo de toda mi vida. Nuestro viejo amigo común desapareció hace tres años (los escritores andaban cortos de presupuesto y cortaron muchos personajes en 2006), pero Bragado y yo seguimos haciendo planes juntos. Además es la persona más inteligente y talentosa que conozco, no hay actividad que no domine el muy cabrón. Por cierto, si fuera un súper héroe, estoy seguro de que no usaría capa.


Steyss
Primera aparición: Saga Hispano, tercera temporada, capítulo 3, octubre de 2000.

Sin duda el día más feliz de mi pubertad fue el día que Steisy (Steyss para los cuates) cumplió quince años. ¿Por qué? Porque nunca antes me había sentido apreciado, algo que ella y mis demás amigos de la secundaria me demostraron ese día.

En realidad ella no era mi compañera en la secundaria, sino la prima de uno de mis amigos de aquel entonces. Cosa curiosa, mientras que su primo (uno de mis mejores amigos de esa temporada) hoy brilla por su ausencia (salvo la ya mencionada posada anual), a esta chica la veo con cierta frecuencia, y chateo con ella prácticamente diario.

Actualmente es una de mis actuales mejores amigas. Mis crisis existenciales no serían las mismas sin ella definitivamente.


Elsa

Primera aparición: Saga Hispano, cuarta temporada, capítulo 1, agosto de 2001.

También conocida como “La Sola”, si bien el apelativo ha caído en desuso. Otra de mis amigas de la preparatoria; al igual que con Bragado, aunque la traté desde que la conocí, tomó un largo tiempo hacernos verdaderos amigos. Sería hasta sexto de prepa que nos haríamos verdaderamente cercanos. En esa época, si la memoria no me falla, éramos uña y mugre. Algunos compañeros perjuraban que éramos pareja, algo de lo que ella y yo nos pitorreábamos a gusto.

Lamentablemente, al terminar la educación media fue aceptada en la UAM-Xochimilco por lo que se fue a vivir a esa zona. Por ello es que, tristemente, la veo cada dos mil años, pero el MSN, hi5 y blog nos mantienen en contacto más o menos.

Es toda una man of action; preferiría meterme con un matón que con ella. Tiene muy buenos gustos literarios y musicales desde mi punto de vista. Su modo de ser, a veces tierno, a veces rudo, pero siempre impulsivo, es todo un viaje.

Alejandro
Primera aparición: saga UNAM, tercera temporada, capítulo 1, agosto de 2005.

A partir de 2004, una saga nueva comenzó y aunque la serie es la misma, por motivos de marketing se le consideró como una serie nueva (como Naruto Shippuden y Dragon Ball Z en televisión, que en el manga original nunca cambiaron de nombre). Uno de los cambios más notables es que las temporadas se hicieron más cortas: ahora sólo duraban 6 meses. De este modo, agosto de 2005 en lugar de ser el inicio de la segunda temporada de la nueva serie, fue el principio de la tercera

Como resultado de un final cliffhanger de la segunda temporada, empecé la tercera por mi cuenta. Una revista en mi mochila llamó la atención primero de Alejandro y posteriormente la de un amigo suyo; Alejandro se acercó a platicar y cuando su amigo vio que no muerdo, se acercó también; el resto es historia. No habría sobrevivido la Universidad de no haber sido por Alex. Tan sencillo como eso.

Toca la batería en una banda de rock (le salen muy bien las canciones de Led Zeppelin); es quizá el más divertido de mis amigos y definitivamente el menos freak (aunque yo sé que es otaku de closet). Sin embargo, este último semestre se ha vuelto un poco más oscuro por el hecho de quedarse a recursar una materia.

Emiliano
Primera aparición: saga UNAM, tercera temporada, capítulo 1, agosto de 2005.

Como ya mencioné, lo conocí gracias a Alejandro al inicio de tercer semestre. El típico intelectual de izquierda (fosilización incluida, tiene como 40 años el muy vetarro). Posee un humor casi tan ácido como el de Bragado, y quizá más. Por algo dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo…

Sus apariciones son intermitentes debido a que se dio de baja temporal durante un año, de modo que no coincidimos ya en clase, y fuera de ella las vidas de cada uno nos mantienen alejados. Los hospitales le dan pavor y aun así se tomó la molestia de visitarme cuando yo estuve internado. De ello infiero que el tipo me aprecia. Y yo lo aprecio igualmente; sus disertaciones filosóficas sobre el comunismo son siempre de lo más interesante, en especial si se está bajo los efectos del alcohol.


Daniela

Primera aparición: saga UNAM, séptima temporada, capítulo 4, noviembre de 2007.

Como la mayoría de los protagonistas, fue introducida como personaje esporádico, con un pequeñísimo papel en un mini-arco que pasó sin pena ni gloria. Misteriosamente, el público la exigió de vuelta y un año después –prácticamente de la nada– se reincorporó ya dentro del supporting cast, escalando rápidamente hasta llegar a colarse entre los protagonistas en menos de un año. Ha sido pieza clave en las más recientes temporadas y ello derivó en que finalmente se consolidara como uno de mis amigos más cercanos (dicen los escritores que a partir de la próxima temporada aparecerá en la secuencia de opening). Y ella no tuvo que pasar por dos años de prueba para ganarse mi confianza como mis demás amigos (o quizá sí, aunque fueron pruebas distintas).

Tiene un peculiar sentido del humor y creo que fantasea más loco que yo, lo cual ya es bastante decir; supongo que por eso me cae bien. Esta chica es, literalmente, un alucine.


Listo, si tu nombre figura en la lista, felicidades, te has ganado un chocolate Nicolo, y si gustas, el dibujo original autografiado por mí mismo. Puedes reclamar tu premio cuando te plazca, yo no aplico restricciones. Si no estás en la lista, échale ganas, ya verás que la próxima puedes tener mejor suerte.

No se pierdan el Tomo II: “Caídos en combate: Los que se nos fueron.”

viernes, 9 de octubre de 2009

Puntos varios

I. Es cumpleaños de John Lennon. Más bien es el aniversario de su natalicio, eso es más correcto. Cumpliría 69 años. Su número, dicen los chismosos, era el 9. El mío es el 6. Cosa curiosa. Irónicamente, ahora que no uso el cabello largo, ya nadie me dice que me parezco a él (que de todas formas, nunca me parecí). Qué bueno, tal vez hoy la gente hubiera pasado el día haciéndome burla por ello. Ahora me estoy dejando la barba para parecerme a George Harrison (o mínimo a McCartney en Let it Be), pero con estos pinches cachetes, más bien me parezco al relleno Carl Wilson. Bueno. Es un Beach Boy, no debería quejarme; puedo morir en paz. Además, ese wey cantaba bien bonito (God Only Knows <3).


II. Terminé mis artworks. Parece que me quedaron bien, pero nunca hay que confiar en eso. Jamás se puede ser objetivo con uno mismo, se es muy duro o se es muy blando. Ya no sé si utilizarlos en lo que había planeado para ellos, o no. Y es que ahora que lo pienso, no era la gran cosa. En lo que me decido, al menos fue divertido hacerlos, aunque un poco cansado. Y creo que por fin aprendí a colorear.

III. Estúpidos Black Eyed Peas. Su canción "I Gotta Feeling" es de lo más pegajosa; desde el disco de Mika (y de eso ya son dos años) no había escuchado canción tan cantable. Hasta me gusta, con todo y su babosa letra. Es la primera canción "reciente" que descargo en este año. Sí, hoy será una buena noche. Ésta será mi noche. Haría todo un texto de "Mi Vida en una Canción (MV1K)" sobre ella... de no ser porque la canción es tan reciente que no tengo ninguna historia cómica o trágica que me remonte a ella (más allá de que me acompañó durante mi trabajo en los dibujitos mencionados en el punto anterior), y porque decir que "tengo un sentimiento" después de tooooodo lo que puse el mes pasado sobre sentimientos sería sumamente monótono. Además acabo de publicar un texto de MV1K (ver entrada anterior) y tener dos así, seguidos, rompería el ritmo de este blog.


IV. Acabo de recordar que hoy iba a haber un ciclo de cine japonés en la Facultad de Psicología de la UNAM y no fui por distraído. Como siempre, lo olvidé. Qué diablos, de todos modos fue un buen día hoy. Pero aún así... uno de estos días me va a salir caro. Además sí quería ver Ichi the Killer y saber por qué demonios es tan famosa. Ahora tendré que rentarla o ir a buscarla a Tepito.

V. A veces odio tener una imaginación tan vívida. Otras, es la mar de divertido. Todo depende de la imagen que tenga en la mente en el momento. Justo ahora estoy pensando en el cerro que se ve desde mi ventana, convirtiéndose en un volcán y haciendo erupción. Ya siento miedo, la lava puede llegar hasta mi casa. Mejor huyo. Ahí nos vemos.

MV1K: La actriz que rompió mi corazón

En toda mi vida sólamente dos películas me han hecho llorar: Heartbreakers y Up.

En el caso de la primera, se trata de una típica comedia romántica. Lo que la hace tan especial es que es protagonizada por mi novia Jennifer Love Hewitt, y trata básicamente de una pareja de estafadoras, madre e hija: la madre, Max (Sigourney Weaver) enamora a un millonario, se casa con él y en plena luna de miel aparece Paige (la hija, interpretada por JLH) para seducir al esposo. La madre "casualmente" aparece durante la escena, descubre a su marido y demanda el divorcio, quedándose con la mitad (o al menos con una buena parte) de la fortuna del (des)afortunado (ex-)marido. Rutina que han llevado a cabo por un par de años, haciéndose ellas mismas de una jugosa cuenta bancaria.

En una de ésas, Paige se rebela y quiere ser ella la seductora original en el que será el último "trabajito" de estas mujeres, antes de retirarse, dividir las ganancias y disfrutarlas. La muchacha prueba suerte con un chaval de quien obviamente se enamora y todo sale mal pero al final el conflicto se resuelve y todos son felices como en cualquier película convencional. Sin embargo cuando Paige se casa con el sujeto, está segura que él no será como los esposos de su madre: cree que él se resistirá a los encantos de la guapa señora y le pide a su pareja que le prometa fidelidad, lo cual hace, pero eventualmente el chico sale a dar un paseo y no vuelve. Paige teme lo peor y se recuesta en su lecho matrimonial, donde un amargo llanto la invade en el silencio de su espera.

Todo esto con "Oh My Love" de John Lennon de fondo. La más hermosa canción que este señor jamás escribió (me encanta "Woman", pero afrontémoslo, está excesivamente sobrevalorada). Puta madre, ver a Jennifer Love Hewitt, el ser humano más hermoso del planeta, implorando amor y llorando al son de esa canción hizo que el título de la película, "Rompecorazones" adquiriera para mí un significado completamente distinto al que la película originalmente pretende. Literalmente sentí mi corazón hacerse cachitos; todavía recuerdo cómo al terminar esa escena caminé a la cocina de mi casa donde lloré a escondidas de mi familia, que seguía disfrutando del filme. Y hasta ahora, nadie lo sabía.

Si John Lennon hubiera estado vivo entonces, dudo que haya autorizado que usaran su canción en una producción cinematográfica de ese corte; pero qué diablos, él está muerto y Yoko es quien maneja el trabajo sucio ahora. Gracias Yoko, esta entrada va a tu salud y a la de tu fallecido marido que hoy hubiera cumplido 69 (¡el número mágico!) otoños y quien me diera tan tierna canción. Felicidades, y gracias.


(Adelántenle al minuto 6:50 si no quieren ver la escena completa)

Y gracias también a Ricardo Bragado, quien me regaló la película y me permitió verla por primera vez (ya que jamás salió en cines en nuestro país) hace tantos años.

lunes, 5 de octubre de 2009

Llamado a la buena música, parte II


Un poco de historia para retomar el camino
Estamos en la segunda mitad de los 1970's. El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte está pasando por una crisis económica que dará como resultado la llegada al poder de Margaret Tatcher mientras la reina Isabel es meramente una figura ornamental (que ni de ornamento sirve, pues es vieja y fea como sólo ella), iniciándose así una de las peores épocas de la historia contémporanea de la Europa anglosajona. Las calles apestan a revueltas, y esto se vería indudablemente reflejado en la música.

Casualmente, en Estados Unidos, ha surgido una nueva modita llamada punk rock. La premisa es que cualquier pobre diablo se convierta en rockstar tocando como dios le dé a entender. Finalmente, después de veinte años de rock and roll, éste había dejado de ser solamente un arte para convertirse además en una industria multimillonaria. De este modo, la música punk hace felices a todos: permite que gente sin talento ni un mensaje particular que expresar pueda ser famoso y vivir sus sueños de gloria, mientras los empresarios expanden sus billeteras y chequeras vendiendo este nuevo "arte", en un tiempo en el que con el auge del rock progresivo, el cual exige cualidades extraordinarias por parte de sus ejecutantes, se había convertido al rock en una música elitista y hasta discriminatoria.

Música para pobres diablos y gente común. Que las clases bajas tuvieran acceso al rock encajaba perfecto en las necesidades de los jóvenes ingleses del momento, por lo que la isla británica fue un perfecyo nicho de punks. La diferencia es que los pobres diablos de Inglaterra tenían algo que expresar. De allí que artistas como The Buzzcocks, The Damned y the Sex Pistols encontraran el éxito inmediato.

Es en este contexto que surge The Clash, proyecto iniciado por el guitarrista y cantante Mick Jones en 1975, bajo el nombre de London SS. En un intento por expandir su grupo, organizó audiciones para conseguir un nuevo vocalista; entre quienes atendieron la audición se encontraban Paul Simonon y Terry Chimes quienes fueron rechazados, sin embargo mantuvieron contacto con el grupo como amigos.

En 1976 London SS se separó, pero Jones continuó probando suerte por su parte. Tuvo la fortuna de ser manejado por Bernie Rhodes, amigo y colaborador de Malcolm McLaren, representante de los Sex Pistols, lo cual le daría las suficientes palancas para ascender en la escena subterránea inglesa. Una vez que los Sex Pistols despuntaron, Rhodes supo que Jones y su grupo podían hacerla ahora que el punk rock se había consagrado. London SS se reintegró incorporando a Simonon en el bajo y a Chimes en la bateria. La nueva alineacion continuó su búsqueda por un vocalista y fue John Graham Mellor, apodado Joe Strummer por su forma de tocar la guitarra, quien sería seleccionado para el puesto. Strummer sugirió cambiar el nombre de la banda por el de The Clash, que sonaba más subversivo.

A partir de aquí, su historia sería como la de cualquier otra banda de rock: tocar, en bares de mala muerte, participar en concursos y audiciones, hacerse de un prestigio local, etc. Fueron teloneros de los Pistols en diciembre de 1976. Actuaban con tal intensidad que no importaba el lugar, ellos tocaban fuera donde fuera. Finalmente fueron contratados por la CBS, aunque en pésimas condiciones. En este contexto grabaron su primer disco, que les abrió las puertas por todo el país. A lo largo de su trayectoria cambiarían de baterista una y otra vez, siendo Nicky "Topper" Headon quien estuvo en turno a la hora de grabar London Calling.

Muerte o Koka Kola
¿Ya se sienten un poquito más punk? Entonces es hora de continuar. El segundo disco (o "lado 3") de London Calling abre con Wrong' em Boyo, canción original del grupo jamaiquino The Rulers. Ésta comienza como swing (podemos oler en la introducción las aguas pantanosas de New Orleans) pero desmeboca en un riquísimo ska cuya melodía siempre me ha sonado muy parecida a Vasos Vacíos de los Fabulosos Cadillacs (¿plagio in-voluntario?). La letra hace referencia a la leyenda americana de Stagger Lee Shelton y Billy Lyons, pero invirtiendo los papeles de los protagonistas originales.

Le sigue Death or Glory, que bien pudo haberse convertido en himno generacional sobre la transición de la adolescencia a la vida adulta y las responsabilidades que conlleva (casi podría ser mi canción personal en este momento de mi vida... sniff), basada en las vivencias propias de Joe. Desconozco qué impidió que esta canción fuera una de las más famosas de su época, si lo tenía todo: un coro sencillo y pegajoso que reza un poderoso slogan ("Death or Glory becomes just another story"), una melodía atractiva y un sonido duro y lleno de rebeldía. Por eso llego yo a reivindicar la rola (ya saben, me encanta abogar por causas perdidas):



(OK, ya sé qué impidió que esta canción fuera el himno de su época: Queen y su "We Will Rock You", también de 1979)

Damos paso a Koka Kola, una acelerada canción que se presta para hacer slam a toda velocidad (apenas dura 1 minuto y 45 segundos). Debo admitir que me tomó años aceptar esta canción, y por mucho tiempo la consideré la única canción mala de London Calling, pero eventualmente terminó siendo parte de mí gracias a su ácida crítica sobre el mundo de los estirados empresarios y el papel que las drogas juegan en sus vidas.

El tercer cuarto termina con The Card Cheat, en una dramática interpretación que adquiere tintes épicos debido al arreglo musical que forma una pared de sonido al estilo de Phil Spector. La voz de Joe Strummer se quiebra, podríamos jurar que poco le falta para terminar en llanto, mientras pesados instrumentos de metal enfatizan la tragedia de la historia narrada por Strummer sobre un hombre que al no tener nada que perder, arriesga lo único que le queda: su vida... y pierde. El estilo grandilocuente que aquí impera sería premonitorio de lo que el grupo haría en su próxima obra, Sandinista!, y sin embargo, no se sale del contexto de London Calling.



Y al final...
El último acto inicia de la manera que uno menos se lo esperaría: con una balada. Lovers' Rock es un caso muy curioso para aquellos a quienes les gusta el erotismo. En lugar de enfocarse en el romanticismo sentimentaloide que ya de memoria nos sabemos, la canción va sobre el coito y la búsqueda del placer a través del sexo oral, pero aunque lo menciona con una referencia bastante explícita, lo hace siempre de una manera tan tierna que conmueve, enfatizando que a pesar de ser un acto físico, también juega un papel importante en la relación amorosa, de ahí la frase del título: "Debes tratar bien a tu chica para hacer que los amantes se estremezcan" (lo escribí en español porque "rock" no sólo es un género musical, significa también "estremecer", de modo que el título de la canción no es "El Rock de los Amantes" como muchos han de haberlo traducido).



Claro, los críticos la acusan de ser la peor canción del álbum argumentando que Jones y Strummer no supieron escribir una canción romántica, pero ésas son visiones cerradas. Junto con The Card Cheat, mi canción favorita del álbum (tenerlas juntas lo convierte en el momento cumbre en mi opinión personal; si pudiera, haría el amor con ellas).

Después de un momento así, lamentablemente, las expectativas pueden llegar a ser muy altas y tal vez no sean satisfechas. Four Horsemen y I'm not Down son excelentes rocanroles, pero nada más. Quizá la mayor distinción de I'm not Down sea su sonido sesentero que nos recuerda mucho a lo que hacían The Who y The Kinks en sus inicios.

La última canción ajena es Revolution Rock, un pacheco viaje de casi seis minutos. Definitivamente a estos sujetos les gustaba el reggae. Una curiosa canción sobre romance, baile y revolución en plan de cotorreo; se siente una vibra de relajo por todo el track, como si lo hubieran grabado jugando o a la mitad de una borrachera. Todo un alucine para subirnos los ánimos. Díganselo a sus padres, que todo va a estar bien.

Una de las canciones más famosas de estos londinenses es sin duda con la que London Calling cierra de manera por demás espléndida. Me refiero a Train in Vain. Comúnmente se le considera un hidden track dado que en las ediciones originales del álbum no se le nombraba, ni se incluía su letra en la hoja que venía dentro de la funda; se suele decir que se mantuvo oculta por vergüenza debido a su sonido popero. Lo cierto es que simplemente la canción se había planeado para ser lanzada en un EP que regalaría la revista británica NME, pero el EP fue cancelado y lejos de sentir vergüenza por ella, a The Clash le gustaba demasiado para ser archivada, por lo que fue incluida en London Calling de último minuto, y para entonces el álbum ya se había mandado a imprimir.

Con todo y sus discretos sintetizadores y su ritmo casi bailable, Train in Vain es una joya que igualmente mama del blues (nótese la alusión al clásico "Love in Vain" de Robert Johnson en el título, así como la armónica que pasea por aquí y por allá durante la pieza). Mick Jones nos regala un amargo reclamo dedicado a los amantes que nos hacen promesas infundadas que se rompen a la primera oportunidad, que sí te amo pero luego mejor ya no ("You tell me something I dind't undersatnd/You said you loved me and that's the fact/But then you left me, said you felt trapped"), envuelto en una melodía alegre, que me recuerda personalmente a "Tangled Up in Blue" de Dylan (una historia trágica en la letra con música alegre de fondo; por cierto que durante las sesiones del disco, The Clash grabó un cover de The Man in Me, una hermosa pieza dylaniana poco conocida, pero de las favoritas de quien esto escribe). No pudo haber mejor elección para poner fin a una obra clásica de la música contemporánea.



Se oiga por donde se le oiga, London Calling es un trabajo variado y variante, que nos sorprende cada vez que el reproductor deja salir sus rebeldes sonidos. El más grande legado que un grupo de punketos nos pudo haber dejado. Ése era 1979, cuando la música aún tenía sorpresas guardadas para nosotros.