martes, 3 de marzo de 2009

No Line on the Horizon = No Creativity in the Mind




¿Alguien ha visitado la uncyclopedia, o su versión en español, la inciclopedia? Es una parodia de la wikipedia bastante peculiar. A ratos sus “artículos” son monótonos y su humor resulta incluso bobalicón, pero en general es divertida si se toma en dosis adecuadas. De cuando en cuando tienen buenas puntadas. Algo mas sorprendente incluso es el hecho de que a mi parecer, la versión en español es de hecho más divertida e imaginativa que la original en inglés.

En el texto castellano concerniente a Paul Hewson, también conocido en los bajos fondos como Bono, y más conocido aun por su banda de rock, U2, se narra una curiosa historia sobre un hombre que padeció de doble personalidad hasta que cada una de las partes encarnó un cuerpo propio y, al más puro estilo de Piccolo Dai Maoh (de Dragon Ball), dejando dos personas donde originalmente había una. La parte mala se convirtió en un demonio-mosca y fundó la banda de rock que todos conocemos; la parte buena quiso ser santo y fue papa durante un par de meses tras la muerte de Juan Pablo II, hasta que Darth Ratzinger-Sidious lo derrocó y desde entonces el buen San Bono ha buscado la paz mundial en las formas más diversas.

Cierto es que el rock y el activismo social no están peleados, como tampoco es algo que naciera con Bono: recordemos las actuaciones de Joan Baez y Bob Dylan en la famosa Marcha de Washington (en la que MLK pronunció su famoso discurso “I have a dream”) de 1963 o el Concierto para Bangla Desh de George Harrison en 1971. Nada hay de malo en las causas humanitarias y en tener un poco de conciencia. El problema surge cuando esta actividad se come al artista y deja sus obras mal paradas en cuanto a calidad, o peor aún, cuando este papel de mesías oculta intereses ególatras más oscuros.

Desconozco si éste sea el caso de Bono, pero de cualquier modo, el irlandés que todos quieren e idolatran ha disminuido de manera brutal su credibilidad tanto social como artística en la última década. Ser amigo de George Bush y ser el autor de esa cosa (algunos dicen que es una canción) llamada Vertigo es completamente de pena ajena.

Sin embargo, con dos Beatles muertos, las piedras rodantes en estado de momificación (y que sólo salen de sus sarcófagos cada 10 años) y un Bob Dylan que canta como si estuviera muriendo, U2 es hoy por hoy la leyenda más grande del rock todavía en activo, y mi grupo favorito en las mismas circunstancias. Y como tal, no pude pasar la fanática acción de ir a comprar su nuevo material, No Line on the Horizon en cuanto salió a la venta.
Ya sé que los medios de comunicación y la prensa roquera privilegiada escuchó el álbum desde hace varias semanas y ya han emitido sus respectivas críticas, pero yo como mortal tuve que esperar a que el álbum apareciera oficialmente (o que lo colaran a la internet, pero preferí esperar a la legalidad) para poder escucharlo. Los medios dicen que después de dos discos de baladas pop y rock facilón, U2 por fin volvió a las canciones experimentales de la década de los 90’s, lo cual me pareció difícil de creer. Hace una semana escuché un preview track por track y lo que llegó a mis oídos no me emocionó mucho; pero vamos, escuché como 20 segundos de cada pieza, eso no basta para poder realmente apreciar el trabajo, mucho menos para emitir un juicio valorativo. Sin embargo, al menos esa probada me agradó, atrayéndome más que cuando escuché casi asqueado los previews de All That You Can’t Leave Behind y How to Dismantle an Atomic Bomb hace 8 y 4 años, respectivamente. Y considerando que actualmente soy uber fan de esos dos discos, con todo lo malo que pueden ser, el hecho de que ahora sí me atrajera desde el principio, era una gran señal, ¿no es cierto?

Así pues, me puse mis botas y me lancé a comprar el flamante nuevo álbum de U2. Salí temprano de mi escuela (y tuve que mendigar en el metro por mi pasaje a casa, ya que me quedé sin dinero suficiente tras la compra) y llegué a casa corriendo, listo para copiar el CD en mi computadora y dejar que ella hiciera el resto.

La primera canción, No Line on the Horizon, muestra a un Bono que le echa ganas con la poca voz que le queda, usando sus actuales limitaciones para convertirlas en armas que dan buenos resultados. La melodía le ayuda mucho y lo hace sonar un poco como Caleb Followill, vocalista de los Kings of Leon. Debo admitir que me encantó. En comparación, la primera canción del álbum anterior fue Vertigo, y ya dije cuál fue mi primera impresión con ella como el primer corte del disco atómico. El panorama era bastante prometedor.

Pero de pronto, ahí se acabó la cosa. Quisiera poder decir algo sobre el resto del material, pero me pareció tan monótono que ni siquiera pude distinguir una canción de otra. Hay soniditos electrónicos y ambientales por aquí y por allá, cortesía de los productores, Brian Eno y Daniel Lanois; supongo que de ahí se derivan esas halagadoras críticas que dicen que los U2 electrónicos experimentales del Achtung Baby están de vuelta, pero no lo creo, pues en el disco actual, tales sonidos están meramente superimpuestos en canciones malas, y además, tan lentas que dan una hueva enorme. No tengo nada contra la música lenta, siempre y cuando esté bien hecha, lo cual no sucede aquí.

Por otro lado, por primera vez U2 permite fuentes externas en la composición de sus canciones: si en todos sus trabajos anteriores los créditos siempre decían “Music by U2/Lyrics by Bono” o “Music by U2/Lyrics by Bono and the Edge”, para esta ocasión los dos productores participaron en la composición musical de las once piezas e incluso en la letra de dos de ellas. Cierto que el dueto Eno-Lanois estuvo tras las consolas en las obras maestras de los irlandeses de una manera equivalente a lo que Gustavo Santaolalla significa para Café Tacuba o Nigel Godrich para Radiohead, pero de ahí a meterse en la composición de manera activa hay una diferencia abismal, sin mencionar que ahora me parece que su producción es hueca y quizás un poco excesiva y grandilocuente. ¿O será que la baja calidad del material es precisamente por la participación creativa de ellos? De ser así, ellos debieron haber escrito como el 80% del álbum, porque, no importa desde dónde se le vea, no consigo encontrar una canción que no me dé hueva, salvo la ya mencionada No Line on the Horizon, el primer sencillo, Get on your Boots, que aunque sí me gustó, su melodía es un plagio total de Subterranean Homesick Blues de Bob Dylan, y Breathe, en la que Bono durante la primera estrofa, más que cantar, habla como si lo estuvieran correteando; no sé si ello se deba a un intento por compensar la lentitud de las demás canciones o si fue de verdad espontáneo. De cualquier modo, esos tres cortes son lo más rescatable del álbum, y ni siquiera tienen momentos emotivos o dramáticos, que es una de las mejores cualidades de las canciones del grupo.

Y ni qué decir de las letras. Interpreten la razón de por qué jamás hablé de ellas.

Bueno, ése es el flamante nuevo álbum de U2. Pagué $144 por tres canciones medianamente buenas cuando por menos dinero pude haberme comprado algo mejor, y para ser éste el primer disco que compro como en dos años, me quedaron muy mal. Es curioso, con los álbumes anteriores no esperé nada bueno y me dieron agradables sorpresas; con éste por el contrario, tenía expectativas más o menos altas y me sentí decepcionado. De cualquier modo, los dos trabajos anteriores tampoco me parecieron la gran cosa de inicio, sino hasta que el tiempo transcurrió y las canciones crecieron en mí. Y espero que así suceda de nuevo, porque si no, me sentiré muy frustrado, y no quiero esperar otros 5 años a que U2 lance otro álbum para que se reivindiquen. Suponiendo que saquen otro disco.

¿Dónde quedó el Bono que gritaba “What’s the glory of the revolution? FUCK the revolution!”? Supongo que simplemente envejeció y se volvió santo. Que los santos lo ayuden entonces.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

POrque dices que compleja mi mente jajajja te puse un comment en la entrada anterior John checala! que padre que estamos conectados en el blogger jijiji me emocioné, hablando de los discos por esas desilusiones es que terminamos comprando piratería ya si nos gusta compramos el cd si no pues con la copia ¿no? a menos que sea colección jajaja :D

Anónimo dijo...

"Supongo que simplemente envejeció y se volvió santo. Que los santos lo ayuden entonces."

Joder! me encantó esa frase.
En cuanto a U2, me dan hueva desde mucho más antes que a ti :p