jueves, 24 de diciembre de 2009

Navidad bananera


¿Qué hago a la una de la tarde del 24 de diciembre en mi computadora? Lo mismo de siempre: leer, dibujar, perder el tiempo… no es un gran día para mí. Estoy consciente que la navidad es una fiesta consumista que nada tiene que ver con creencias religiosas o con el nacimiento de alguien cuya existencia ni siquiera está comprobada en una fecha arbitraria (estudios más minuciosos de las Sagradas Escrituras revelan que de haber existido Cristo, debió haber nacido en verano, tentativamente en agosto si lo que alguna vez leí no miente), que es un pretexto para lavar culpas y comprar amor (o lástima, en el peor de los casos).

Pero no nos hagamos pendejos, eso lo hacemos todo el año, simplemente en estas fechas es más pronunciado. Navidad es la suma de todos los vicios del ser humano quizás. Pero son vicios ya existentes, celebrar esta festividad no nos hace peores personas, de modo que no encuentro razones para odiar tal celebración más allá del tránsito automovilístico que se forma en las carreteras o el abarrotamiento de lugares públicos en estas fechas.

Mi punto es, existen hordas de detractores de la navidad, cuando a mí tal postura me parece tan fanática como es la que toman los fervientes religiosos que tanto critican estos grinches. Porque finalmente cada óptica es llevada al extremo, cuando nada en este mundo es plano o unilateral, y ciertamente las fiestas navideñas traen beneficios como son el aguinaldo (que uno lo gaste en idioteces ya es otra cosa), alza en las industrias del comercio y el turismo, y una excusa para que las personas hagan un examen de consciencia sobre sus actos (ya si uno aprende de dichos autoanálisis o no, será cuestión de su capacidad mental).

Debo agregar también que, por ingenuo que parezca, no todos los seres humanos son igual de hipócritas: conozco un puñado de personas que sinceramente creen en Dios y en Jesús y que sinceramente conmemoran su natalicio como la llegada de alguien que más allá del aspecto religioso, cambió al mundo (porque, nos guste o no, su ideología cambió la percepción de la vida y las relaciones humanas y, de ser aplicada verdaderamente, el mundo sí sería un lugar mejor y más justo). Yo no lo celebro (soy ateo), y tampoco me dejo llevar por los impulsos capitalistas de la festividad (irónico considerando que la ideología de Jesús podría ser considerada como precursora del comunismo –¡trágate ésa, Juan Pablo II!–), pero sí hay quien lo haga con honestidad y eso es algo que jamás podremos condenar. Listo, Navidad podrá tener cientos de fallas, pero también tiene sus aspectos positivos. Finalmente, como todo en la vida, es asunto de cada individuo.

De modo que la navidad es sólo una fiesta más en la que la gente se divierte, escucha música y se emborracha. ¿Qué hay de malo en ello?, eso lo hacen los jóvenes cada viernes sin motivo determinado. Condenar la navidad es como condenar las tradicionales borracheras de los viernes. ¡Quiero ver que hagan eso, motherfuckers! De ese modo, aquéllos que tachan de doble moral estas celebraciones, están pecando por sí mismos de una doble moral al condenar algo que ellos igualmente practican durante todo el año (que conste que yo rara vez voy a fiestas). Santas paradojas de la vida, Batman.

Por eso es que estoy en mi computadora haciendo lo que cualquier otro día haría en lugar de estar adornando mi recámara (que dicho sea de paso, está hecha lo que mi mamá llamaba “un mierdero”) o brindando por cosas que jamás tendré. Sólo seguiré mi vida como ustedes también lo harán a partir de pasadomañana.

Así pues, para quienes celebren la Navidad, mis mejores deseos y buenas vibras; ojalá disfruten el día libre en compañía de sus seres queridos y que encuentren la paz que les hace falta. Para aquellos que odian las fiestas decembrinas, relájense y no se malviajen, la temporada ya va a terminar, sean un poquito más cínicos y aprendan que no todo es negro o blanco: aprovechen que tienen una fiesta y punto; dejen que los ingenuos se diviertan y ustedes sigan en sus asuntos (el outsider que pide respeto debe tambien aprender a respetar). Y para quienes les da igual, felicidades, diviértanse y nos vemos la próxima. Hasta entonces.


2 comentarios:

Charro Negro dijo...

Bueno, Bananin en postura ZEN, la navidad es tan chicles y tan odiosa como uno quiera, es por eso que mi comentario no tiene forma ni lo tendra, cada quien vive y hace de su niño escondico un papalote, yo apoyo a fabiruchis en eso de que la fiesta tiene que ser cada fin de semana y que los que se quejan se quejan de lo mismo, jajaja lo cual es divertido, yo me entretengo dando pequeños detalles y no regalos.
Si somos consumistas o no, hasta el consumir "nada" tiene un precio, por lo pronto hay que divertirse y ver peliculas bajadas de internet!!!! mauaja muaja
Feliz Navidad Bananin con sombrero de Santo Clos, ahi los vidrios empañados!!!

The retro girl dijo...

pero xq tan grinch, banana???

Además tu regalo de navidad esta año fue muy bueno.... a poco no??