1.- Rearmando el rompecabezas de una vida rota

UNOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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If you break my heart I'll go

But I'll be back again.

This time I'll try to show that I'm

Not trying to pretend.

Que por qué dejo el blog.

Celebro el hecho de que el lapso de diciembre de 2009 a julio de 2010 fue hasta ahora el mejor y más feliz período de mi vida adulta, en pocas palabras mi mejor época en los últimos seis años. No obstante, uno no puede quedarse detenido en el mismo lugar toda la vida, hay que ir hacia delante, moverse, y cuando estás hasta arriba, cualquier camino que tomes será una cuesta abajo. Depende de tu ritmo si haces de ello un suave descenso o una caída dura. En lo personal lamento reconocer que fue una agitada caída y el chingadazo dolió bastante, lo suficiente como para que no tenga deseos de recordar lo ocurrido en las pasadas semanas.

Pero tampoco quiero recordar, al menos no por ahora, ese “tiempo de dicha”. Es doloroso no tener algo, pero lo es más tenerlo y perderlo, y ya que yo he perdido algo, toda mi intención es despejar mi mente de aquello que me aqueja y ésa es la razón de por qué decidí no sólo cerrar, sino incluso borrar este blog. Necesito hacer borrón y cuenta nueva en muchos aspectos de mi vida (en una de ésas hasta me rapo y cambio mi guardarropa para transformarme en reggaetonero) y una de estas medidas será poner fin a este espacio. Como si no supiéramos que nada es eterno.

¡Pero no tiene que ser malo! Imaginen que el blog fue un libro y que este libro se terminó de escribir. La historia concluyó. Si comenzará una nueva historia o es el final definitivo, será asunto del autor, ¿pero qué es peor? ¿Llegar al final de un libro y conocer la conclusión de la historia o que ésta se quede inconclusa? Bajo este orden de ideas, cerrar este ciclo es bueno y hasta necesario, ¿a que no?

Precisamente por eso es que anuncié lo de hacer una recopilación de lo que aquí publiqué. Mi intención es darle a esto el final que se merece, que efectivamente sea un bonito libro y en ese aspecto no los voy a defraudar, la edición me va a quedar bien chíbiris náis (ya el contenido es otra cosa y su calidad dependerá de la percepción del lector) y les prometo a quienes lo tengan que realmente sentirán que están leyendo un divertido –quiero suponer– libro escrito por un loco, pero un loco con sentido del humor.

Recuerden además que éste es un blog parentético, un paréntesis en mi vida y obra. Bueno pues, ha llegado el momento de cerrar el paréntesis y seguir escribiendo el texto principal de mi vida. Ya en su momento les diré si me fue bien o no. Porque espero salir de ésta (retomando la metáfora inicial, la vida más que una montaña, es una cordillera, una montaña rusa y aún quedan muchas subidas y bajadas) y recuperar la inspiración. Porque seamos francos, pasé los meses de agosto y septiembre quejándome y escribiendo entradas que no cumplían las expectativas. Mejor terminar con esto en un buen momento antes de presenciar su vergonzosa decadencia. ¿O es que a alguien le gustó el último disco de The Who? Todos sabemos que la banda debió desintegrarse cuando murió Keith Moon, pero en lugar de eso, fuimos testigos del penoso Face Dances, el horrendo It’s Hard y del decente pero forzado Endless Wire. Y yo no estoy para esas cosas. Todos preferimos idolatrar a Cobain, a Lennon y a Hendrix que murieron jóvenes y trágicos. ¡Que mi blog muera joven y se vuelva leyenda del cyber espacio! (¿y el mamón no vino? ¬¬)

Por cierto, sobre las misteriosas razones personales que menciono, no las diré. Son demasiado oscuras, complejas y más allá de su incumbencia. Y no, no es eso que están pensando, y eso que no están pensando, tampoco es. Simplemente es lo que es.

Pero como dicen los cursis, para qué llorar si nos volveremos a encontrar; de todos modos gracias por los “chales” y los “por qué te vas?”; me hacen sentir querido (aunque mi mejor amigo diga que son unos paleros lamebarbas) incluso si no me lo merezco. Muchas gracias por ello a los lectores que me siguieron y sobre todo a los que con sus comentarios discutieron, criticaron o apoyaron mis puntos de vista; los que me aconsejaron y los que simplemente rieron, sus contribuciones expandieron los horizontes de estas palabras. En ese respecto también, debo hacer un gran reconocimiento a las amistades personales que este blog me dejó y que espero conservar más allá de la parentética vida bloggera. No digo nombres porque cada quien sabe su contribución a este espacio y a mi vida. Gracias de verdad.

Sin nada más que decir, me despido. Que el resto de su vida sea placentera y que los astros los guíen con bien a su destino. Amén.

Pueden ir en paz hermanos, la misa ha concluido y este mesías ha sido crucificado.

P.D.: Lo de retirar el blog a las 200 entradas en el mes de septiembre fue puritita coincidencia, lo juro.