lunes, 31 de agosto de 2009

Wake me up when September starts

Agosto está por terminar. Y vaya que fue un mes agitado: la primera quincena constituyó mis mejores días desde octubre-noviembre del año pasado, para dar paso a mi peor semana desde enero y finalmente terminar el mes de manera más o menos tranquila, reponiéndome del ajetreo de las tres semanas previas; inicié mi onceavo semestre en la Universidad cuando no debía iniciar nada más que mis trámites de titulación e hice mi primera compra en ebay (un Nintendo DS. Yay! Después de año y medio por fin recuperaré mi amada consolita); en el aspecto creativo no me puedo quejar: 12 entradas en este blog (el pequeño paréntesis no cuenta; a cambio, puedo decir que además de esas 12, tengo 3 entradas potenciales en borrador que no pude terminar), todas bastante variadas: análisis musical, anécdotas, intentos de periodismo, sátira y crítica social, autocrítica (con su debida autoparodia), y hasta un cuento medio viajado ("una historia porno con buenas vibraciones", la llamó alguien por ahí, cuando mi intención original era hacer una tragicomedia surrealista). Con todo, el mes más fructífero del año, por lo que en retrospectiva, es el mejor mes (las caídas, si sobrevives de ellas, son un punto extra, así que mi crisis de hace dos semanas es parte de lo bueno del mes también) que he tenido.

Y lo que viene. Septiembre siempre ha sido un mes lleno de cambios y momentos trascedentes en mi vida, para bien o para mal. He aquí un sumario de lo que mis memorias conservan:

El 9 de septiembre de 1999 (9-9-99) cometí la más grande idiotez que jamás he hecho, tanto que a una década de distancia (¡en una semana se cumplirán diez años!) aún me da demasiada vergüenza para mencionarla explícitamente, pero aquella pendejada abrió una caja de pandora; prácticamente ese día comenzó mi adolescencia.

En septiembre de 2003 los eventos que se desarrollaron al entrar a 6to de prepa me pusieron en camino a la madurez; fue allí cuando me convertí en quien hoy soy moralmente, podría decirse.

En 2004 descubrí que cierta persona era demasiado valiosa para mí cuando me demostró que éramos amigos de verdad y no simples "cuates" de la escuela, y esa persona sería prácticamente el punto focal de mi vida durante los siguientes años.

En 2006 mis dos mejores amigos y yo terminamos metidos en una cadena de líos tan enredados que no sé cómo es que salimos vivos de todo ese desastre. De hecho, uno de nosotros no sobrevivió a dicha catástrofe...

Para 2007, septiembre fue el mes en que mi familia se hizo cachitos. y según dicen las malas lenguas, todo fue por mi culpa. Quizá tengan razón, considerando que yo corrí a mi papá de la casa, pero es que era lo más sano. De ello derivó otra de mis trágicas aventuras.

Y en 2008, luego de más de un año en pleito con mi madre, pude hacer las pases con ella y una semana después tuve un sueño que me impulsó a tomar una decisión que desembocaría en lo que anteriormente mencioné sobre octubre y noviembre como mis momentos de mayor estabilidad y satisfacción en mucho tiempo.

Para este año, aunque obviamente todavía no tengo idea de que sucederá en mi vida, al menos ya veo un par de buenos augurios venir: este mes aparecerán dos videojuegos que he deseado y esperado por un largo tiempo: el 9 de septiembre (9-9-9... ¿Otra vez esa fecha?) sale a la venta The Beatles: Rock Band, con el que podré hacer realidad mis sueños pubertos de ser George Harrison y hacer coritos en "And your Bird Can Sing" con una guitarra Rickenbacker en mis manos); y el día 12 verá la luz del sol (naciente) Pokémon: HeartGold and SoulSilver Versions, remakes de mis juegos favoritos de la serie. Y claro, en estas semanas recibiré en la puerta de mi casa mi añorado DS de edición especial de Zelda (es dorado y con el símbolo de la Trifuerza grabado en la cubierta). O sea que no mames, septiembre va a estar bien-pero-bien-bueno.

Claro, sé que no tengo dinero para comprar los juegos que mencioné, pero al menos podré -espero- rentarlos, o si no, ya de perdida verlos en acción en alguna tienda Game Planet en la que los tengan en exhibición. ¡Ya sé! pediré empleo en una de esas tiendas, así cuando no haya gente lo jugaré yo mismo (insertar risa maligna)...

En conclusión, el mes de septiembre siempre ha sido dinámico y lleno de cambios en mi vida. Podríamos decir que, como en los libros de Harry Potter, septiembre marca el comienzo de mis aventuras, es mi verdero año nuevo. Así que no puedo esperar las sorpresas que me depara este año.

Y como es año nuevo para mí, he aquí mis propósitos bloggeros:
-Prometo dejar de hacer alusión (o peor aún, mencionar expresamente) a The Beatles, Bob Dylan y Pokémon a la menor provocación.
-Me comprometo a dejar de insertar cada dos renglones comentarios entre paréntesis que sólo alentan el paso de la lectura.

¡Feliz año nuevo!

2 comentarios:

G. dijo...

O___O para ti septiembre es loq ue para mi vendria ser Octubre-Noviembre. Si no checate mi blog XDDD cada cosas intensisisisima me apsa por esos días
¿Qué tiene el otoño de mágicoq ue lo evocamos tanto?
Aparte de que es mi cumpleaños ye s comoe la ño nuevo para mi y me pone bien pinchi depre xD

Oye lo priometidoe s deuda, pasa por tu premio de Tlalpan cuando aparezca la entrada

Jaime en el hospital del terror dijo...

LOL A mi todo el año me va mal T____T

Septiembre será pésimo jajaja. Mi jefe piensa que estoy loco o pendejo (o las dos!) por que no me rio de sus chistes y no escucho regeton como mis hermanos, aparte de que me caen regordos. Hoy me desgarró una playera por que no le gustó, pero el loco pendejo soy yo XD Quiere que vea a un piscólogo. jejeje.

No dejes de hablar de Dylan, de Pokémon si, de los Beatles me da igual :D