miércoles, 2 de septiembre de 2009

Confesiones de un trastornado mental #1

¡Aaaahh! (léase como suspiro*) ¡Cómo adoro ir al gimnasio! Hacer ejercicio, llevar a tu cuerpo hasta el extremo y liberar toda tu energía es una excelente terapia para aliviar tensiones e incluso emociones negativas. Y todo sin salir de la ciudad o exponerte a caerte de una montaña porque el arnés con el que rapeleabas se te rompió. De no ser por mi actividad gimnástica, no sé qué sería de mi vida. Probablemente el estrés me habría matado ya hace mucho tiempo. El fisicoculturismo inlcusive me ha ayudado a lidiar con depresiones al despejar mi mente, permitiéndome analizar mis problemas de manera más objetiva para así encontrar la solución adecuada a cada caso (obviamente tampoco hace milagros; no te va a curar del patetismo en un instante). Sin mencionar que la mitad de los textos que escribo son concebidos durante mis rutinas de ejercicio matutino, incluyendo éste.

Sin embargo, como todo en esta vida, tampoco es miel sobre hojuelas. La verdad es que lo que mencioné en el párrafo anterior es sólo un pequeño beneficio colateral de una enfermedad que padezco, llamada bulimia nervosa.

Pongamos las cartas sobre la mesa
"¡No mames we', este cabrón vomita todos los días para verse flaco!". ¿Ya pensaron eso verdad? Pues ni madres qué. Yo no le hago a eso, odio vomitar, y además la bulimia poco tiene que ver con dicha idea. Tal descripción equivale a definir al suicidio como "jóvenes que se disparan en la cabeza para llamar la atención". Porque ni la bulimia consiste en vomitar solamente, ni se hace con el fin de verse uno delgado. Ya no vean tanta televisión, neta.

La bulimia es uno de los tres trastornos de la alimentación más recurrentes (sin embargo no son los únicos), siendo los otros dos la anorexia nervosa y el desorden del comedor compulsivo, y los tres se encuentran con frecuencia ampliamente relacionados. El primero de ellos, y ciertamente el más famoso, se deriva a su vez del síndrome dismórfico corporal, en el cual el individuo percibe su propio cuerpo, o una parte de él, de manera distinta a como realmente es. En este caso, el sujeto se ve a sí mismo con un excesivo sobrepeso, provocándole ello una obsesión por adelgazar, tarea que conseguirá evitando ingerir comidas tanto como le sea posible. Es un camino muy efectivo para perder kilos, lamentablemente aun así es ineficaz, ya que no importa cuán esbelto llegue a ser el anoréxico, cada vez se verá más gordo en el espejo, incluso si en realidad se encuentra ya en los huesos. Lógicamente esto derivará en consecuencias fatales si no se frena a tiempo.

Los comedores compulsivos son todo lo contrario: debido a una situación de ansiedad (de ahí que se le considere un trastorno mental), cada comida que la persona consume es inmensa. De una sentada un comedor compulsivo puede ingerir hasta 2,000 kilocalorías (en comparación, una persona de unos 70 kg con un nivel promedio de actividad física debe ingerir al día unas 1,800-2,000 kcal por día). Además, como la ansiedad llega en cualquier momento, el impulso de comer sin parar también aparece sin avisar, pudiendo presentarse varias veces en un mismo día. Por supuesto, tal situación conlleva a una incontrolable obesidad que igualmente puede derivar en muerte. Y tal como sucede con la anorexia, el comedor compulsivo sufre: recordemos que las comilonas no se deben a antojos o hambre, sino a meros impulsos de ansiedad.

Y así es como finalmente llegamos a la bulimia. Ésta consiste en ser un comedor compulsivo "con conciencia y voluntad, pero sin medios correctos". Me explico: el bulímico es un individuo que de igual forma se mete al cuerpo cantidades exorbitantes de comida, mas apenas termina su ingesta un profundo sentimiento de culpa lo invade. El sentimiento es tan grande, que la persona se siente obligada a hacer algo para "compensar" (ésa es la palabra) su acto previo. No importa cuál sea la conducta compensatoria, el objetivo es evitar que el suceso traiga consecuencias en su cintura. Por eso digo que el bulímico es un comedor con conciencia.

A partir de aquí, los "síntomas" varían: el más común es por supuesto, provocarse el vómito, así el comedor se deshace de lo que consumió y como si nada hubiera pasado. Otro método más o menos común es el de purgarse, tomar un laxante para sacarlo todo por abajo.

Como podemos ver, la gente que padece bulimia no busca bajar de peso, sino simplemente no subir, y lavar sus culpas por haber comido en exceso y sin control. El problema es que, a diferencia de la anorexia que sí es "efectiva" y te hace bajar de peso, en el caso de vomitar o tomar laxantes, esto no sucede del todo. Cuando uno vomita sólo expulsa lo que está en el estómago; pero la comida, en cuanto llega a dicho órgano, comienza a ser absorbida y las calorías (que son la razón por la que comemos desde un inicio: el objetivo es obtener energía para vivir; la caloría para quien no lo sepa, es una medida de energía) ya están en proceso de ser envíadas al torrente sanguíneo -o a donde sea que tengan que irse-; uno sólo saca lo que de todos modos iba a expulsar más tarde en la defecación; en pocas palabras, provocarse el vómito sólo adelanta de manera dolorosa la expulsión de desechos, no consigue que uno se deshaga de todas las calorías ingeridas. Y lo mismo sucede al laxarse: uno simplemente acelera el proceso de expulsión de heces, las cuales no contienen las grasas o azúcares que previamente nos empacamos y que son las que nos hacen engordar (a menos que la purga sea al instante para no dar tiempo al estómago de comenzar a absorber los nutrientes de la comida). O sea que la mayoría de los bulímicos son, aparte de enfermos, pendejos (sin ofender XD). Por ello es que, créanlo o no, la mayor parte de las personas con bulimia tienen sobrepeso también, y en los mejores casos, tienen un peso normal, pero no son flacos. Aunque usted... ya sabe lo que sigue, complete la frase.

¡Ah (esta vez léase como exclamación, por favor)! Pero como dicen que el ejercicio quema calorías y ayuda a bajar de peso, hay pacientes que compensan sus tragazones mediante el ejercicio. Como la actividad física SÍ quema calorías, debe funcionar para que el comelón no suba de peso después de echarse diez taquitos al pastor con dos litros de refresco. ¡Bingo! Ahí es donde entro yo.


Son Goku, el más famoso bulímico del mundo sin lugar a dudas

El misterioso caso de la banana bulímica
En mi personal situación, como previamente mencioné, yo solía ser una persona obesa. Siendo ya delgado, tuve una oclusión intestinal (me parece que eso ya también lo he escrito con anterioridad; la historia con detalles tal vez la relate aquí en un futuro) que me dejó diez días en cama, durante los cuales, debido a mi enfermedad (mis intestinos no funcionaban: literalmente no era yo capaz de digerir comida), no podía probar un solo bocado; vamos, ni un triste sorbo de agua podía pasar a través de mi garganta so viaje todo pagado a la tumba.

A mi situación debo agregar que en esos días me había vuelto un esqueleto andante (pesaba 51 kg, cuando para mi edad, sexo y estatura, debo pesar al menos 53), por lo que tras haber sido dado de alta, los médicos me "recetaron" unos tacos de carnitas y bolsitas de cacahuates japoneses para subir de peso. Fui envíado al nutriólogo para subir de peso. Hágame uste'l favor.

Analicemos:
-Una semana y media sin probar bocado. Cuando salí del hospital lo primero que dije fue: "¡¡Maldita sea, quiero comer!!"
-Necesitaba subir de peso. Entre más comiera, mejor.

Así es, después de eso me tiré a la cerdez sin que nadie pudiera detenerme (y es que mi metabolismo era tan maravilloso que ganar 5 kg me tomó al rededor de cinco meses comiendo a lo bestia). Una vez que llegué a mi peso ideal**... ¡Ups! ¿Cómo meto freno? El trauma del hospital me había convertido en un comedor compulsivo.

Con mi antecedente, me daba pavor volver a tener sobrepeso. Pero no podía dejar de comer por más que lo intentara. Y no quería ponerme a vomitar ni laxarme. Eso no es para mí. No iba a ser un triste bulímico más. Meterse el dedo es para maricas. Así que tomé la muy madura decisión de llevar una vida más "saludable" mediante el ejercicio. De ese modo no me convertiría en una víctima de este trastorno, sino en un atleta que se cuida y lleva una vida sana pero disfrutando los placeres -culinarios- de la vida, ¿no es así?

Mi vida con la señorita B.
Desde entonces tengo esta costumbre, pero en algún momento generé un patrón consistente en que los días que más comía, hacía más ejercicio. Llegué a comprarme una escaladora elíptica, eléctrica para medir las calorías quemadas en el ejercicio y hacerlas coincidir con las que ingiriera (lo cual me ha convertido en un experto a la hora de recitar de memoria la tabla nutrimental de muchos alimentos). Eso ya no es sano. Esa conducta, aquí y en China, es bulimia. ¡Chín, ya me cayó el chahuistle! Cuando mi escaladora se descompuso (comía yo tanto en aquel entonces que para compensarlo tenía que usar el aparato durante casi dos horas diarias) me volví loco.

Fue por ello que opté por ir al gimnasio. Lo cierto es que aunque me costó trabajo, pude resignarme a dejar de contar calorías y simplemente hacer mi mejor esfurezo. Actitud que me ha traido buenos resultados, pues me siento más relajado y aunque sigo comiendo un chorro, no subo -casi- de peso; en mi defensa puedo decir que actualmente es rara la vez que como por impulso: como simplemente como porque amo comer (y qué rico es hacerlo sin sentir culpa al final), y hago ejercicio por placer, sin presionarme y preocupándome más por mis músculos y por entretenerme que por compensar calorías. Si bien es cierto que ocasionalmente llego a padecer recaídas, éstas son escasas. Cosa curiosa, actualmente como más que cuando estaba hecho una ballena, por increible que parezca.

¡Buen provecho!
Ahora lo saben, si conocen a un fisiculturista, lo más probable es que se trate de un bulímico "culto" (o bien de un vigoréxico, pero eso se cuece aparte), así que en cuanto se encuentren con uno, huyan y cuéntenselo a quien más confianza le tengan. Yo por lo pronto, ya hice mi rutina de hoy y como desayuné ligero, todavía tengo el derecho de atascarme en la comida. Y da la casualidad que los miércoles se pone por aquí un tianguis en el que venden unos huaraches y unos pies (pronunciése "pay's") muy sabrosos (cuando gusten les invito uno). De modo que ya me voy a comer. Con permisito dijo Monchito.




*Récord parentético: apenas una palabra en mi escrito y ya coloqué un paréntesis. ¿En qué habíamos quedado?...

**El rango de peso "normal" para un adulto joven de sexo masculino con una estatura de 1.61 m, es de 53 a 65 kg; los médicos me recomendaron llegar a los 57-58, y hoy peso 60.

6 comentarios:

The retro girl dijo...

esto parece:

"Comparte tu experiencia" de la revista MEDICAL LIFE.

jijiji

pero me agradan este tipo de textos, neta...es la única manera de quitarme de la cabeza exposiciones estúpidas...

Si lo tuyo es bulimia....entonces.... lo mío qué será?

Trago trago y nomás no engordo!! (será...lo contrario?)

Responda mis dudas, estimado doc!!!

Jaime en el hospital del terror dijo...

Cuando comencé el horario vespertino de la escuela, me di cuenta que eso de levantarme a las 11 para irme a las 12 a la escuela no era sano, por lo que empecé a ir a correr.

A diferiencia de lo que dices, yo odio el gimnasio, y lo evito a toda costa, en su lugar me voy a escalar el cerro de mi pueblo. Me encanta el contacto con la naturaleza, sentir el viento, llegar a la cima y mirar el mugros pueblo, buscar mi casa desde allá... los animales , si vas por las mañanas te toca ver liebres en las partes bajas, si vas por las tardes te encuentras uno que otro correcaminos. Duré como 2 años llendo, todos los días en la mañana, con el tiempo conocí a mucha gente, la mayoría señoras que van para verse bien para el marido, otros buscando un lugar solitario para aparearse, y otros como yo que solo ibamnos por hacer algo de ejercicio.

Con el tiempo me compré un par de polainas de dos quilos que usaba mientras subía el cerro, era yo la admiración de las señoras gordas :D

Nunca me he preocupado por mi peso, siempre he estado agusto, incluso ahora que soy más sedentario, y lo único que hago es caminar en el ir y venir diario, me sigo tomando mi coca cola en el trabajo, mis sabritas en la tarde y el montón de porquerías más. Dicen que estoy un poco más llenito pero no yo estoy felíz :D

Por cierto desde hace días tengo pensado un proyecto relacionado con el peso, solo quiero que pasen éstas semanas para llevarlo a cabo.

Chos dijo...

Al fin un tema en el cual puedo opinar, jeje. Pues a pesar de haber unos cuantos errorcillos de redacción y terminología (el metabolismo no absorbe los nutrientes, pero bueno...)coincido de cierta manera contigo en la mayor parte del texto. Y pensar que hasta cierto punto yo soy culpable de tu "bulimia": ¿acaso no fui yo quien te llevó a tu primer clase de gimnasio gratuita? Pero si te digo que el evendo aquel que relatas de tu hospitalización de 10 días si me preocupó.... y MUCHO. Ahora que se que las cosas las tomas con más calma, estoy más tranquilo y mi error de influencia queda ahora como una influencia a secas (aunque pasada por que el gimnasio y yo nos peleamos desde que empecé mi servicio social).

En fin, como aporte a tu escrito, me agradó tu término del fisicoculturista o "bulímico culto", pero creo que ellos prefieren ser llamados Ortoréxicos o vigoréxicos según sea el caso (en mi condición de pseudo-hombre de ciencia me sigo asombrando de como se complica el ser humano en su afan de querer explicar todo, ¿o no?)

Ya para terminar, respecto a la señorita que menciona que come y come y nomás no engorda, simplemente se me ocurren 2 cosas: es una privilegiada que cuenta con uno de aquellos metabolismos acelerados que muchos deportstas desearían, o detras de esa condición se esconde una situación un poco más obscura que más adelante saldrá a la luz (recomendación: monitorear su salud de manera habitual al llegar a la edad adulta media, especialmente el desempeño de su glándula tiroides) sin afan de asustar, claro, mera suposición.

Gusto en leer este tipo de temas y arriba el ejercicio (con y sin moderación, de cualquier forma ya no lo realizo, jeje).

Chos dijo...

Lo siento, no lo pude resistir, aquí algo que contradice un poco tu regaño a los bulímicos:

"...considerando la fisiología del tracto gastrointestinal: el estómago está revestido por una membrana mucosa gruesa y de alta resistencia eléctrica dado que la función del estómago es digestiva, en cambio el intestino tiene una membrana mucosa muy delgada y de baja resistencia eléctrica adecuada para la absorción de nutrientes..."

Traducción: aunque el estómago tiene cierta capacidad de absorción (y secreción como cualquier mucosa), su función principal es conservar el bolo alimenticio el tiempo suficiente para que los jugos gástricos actúen sobre el y asi poder seguir su recorrido por el tubo digestio. La mayor parte (si no es que toda) de la absorción de los nutrientes se realiza en el intestino (en sus diferentes porciones) ya que alli se vierten enzimas digestivas que permite degradar los lípidos y proteínas en sus mínimas expresiones (acidos grasos y aminoácidos respectivamente) para ser absorbidos de manera correcta.

Aun así, tienes un poco de razón ya que los azúcares empiezan a "digerirse" desde la misma cavidad oral (amilasas=enzimas que degradan azúcares) y se ha comprobado que incluso la boca tiene cierta capacidad de absorción (si no preguntenle a algún familiar hipertenso en donde se colocan algunas tabletas o gotas para bajar la presión en friega....) por lo que una pequeña cantidad de nutrientes comienzan a absorberse desde el momento en el que se ingieren.

Ya para no hacer mas choro, existen también otros factores que pueden modificar la absorción de nutrientes y de manera normal esto es un proceso que tarda tiempo (en promedio de 2 a 3 horas) asi que el vómito o la acción laxante (hay laxantes que no permiten siquiera que los alimentos se digieran) es una muy buena opción para los "arrepentidos del buen comer".

Aclaro que no estoy alentando ninguna de estas prácticas y son a la larga MUY peligrosas, pero como buen "Doitor" no me podia quedar callado.

Y como mi tarea actual tiene que ver on absorción, pues quise compartir un poco con ustedes. Mis sinceras disculpas si fue demasiado ñoño para algunos, pero la información no hace daño a nadie.

Ora si, me retiro o no acabo mi tarea, jeje.

Veggie Popper dijo...

Por eso digo que el Chos es bien rifado!!!! Gracias amigo, creo que tu comment se llevó de calle a mi entrada. Lo que escribí está basado en lo que me dijeron cuando pasé por todo aquello y me sonó coherente y lógico, por ello lo creí. Supongo que la medicina es como el derecho: nadie se pone de acuerdo y cada quien da su propia interpretación. Pero tú eres la autoridad en la materia, así que tus comentarios quedan. Veré qué puedo hacer para mejorar esta entrada en base a tus correcciones (incluidos los errores de redacción, que ya noté... ¡qué pena me dio eso!)

Una vez más, gracias. Y lo mismo para el porta y la retro girl por seguirme leyendo. Ustedes hacen este blog y por eso los amo XD

Veggie Popper dijo...

Ah, y no eres culpable de mi condición, de no haber sido por esa clase gratis seguiría siendo una cosota de 90 kg, fui yo el que no pudo controlarlo, asñi que como dices, no fue error de influencia sino influencia a secas.

Sé que la vigorexia se cuece aparte, por eso no la incluí aquí (además creo que ésa sí no es mi caso), de cualquier modo, gracias por compartirnos un poco de tu tarea. A ver cuándo me aviento yo un texto jurídico, ya va siendo hora...